El bienestar animal se debe proteger con leyes serias
Los perros llevan con nosotros decenas y decenas de siglos. Nos ofrecieron su compañía y fidelidad, pero sobre todo su ayuda en infinidad de trabajos. La mano del hombre los ha ido seleccionando y cruzando de tal forma que hoy día, la mayoría, sería incapaz de vivir sin nosotros. Las leyes que regulen su existencia deben abordar con rigor el bienestar animal en todas sus facetas, de una manera profunda y con conocimiento de lo que realmente es un perro, algo muy diferente al juguete de un niño.
Los gobernantes deberían mirar a diferentes países, de nuestro entorno o no, para tomar decisiones acertadas. La sociedad va por delante y el mundo profesional del perro pone en primer plano el bienestar de sus animales. No es hora de que se venga a cuestionar su actitud, sino de legislar por el bien de una especie, canis lupus familiaris, que cada vez es más parte integrante de los hogares.
Solo con echar un vistazo a países avanzados en el respeto animal se ve con cierto reparo que nos falta camino por andar, pero por primera vez, quizás, no por parte de los ciudadanos, que comprenden muy bien todo lo que aporta un perro, sino por parte de esos legisladores que buscan más colgarse una medalla ante sus votantes que proteger a una especie que seguirá miles de años con nosotros.
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Colectivos con toga, los verdaderos defensores del bienestar animal
El bienestar animal exige poder expresar conductas de su especie
