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La Unidad Canina de la Policía Local de Algete

amplía la familia con un macho de springer spaniel

ALgete

 

Tras siete años funcionando la Unidad Canina del municipio madrileño de Algete en clave femenina, llega un “chico” que aún está en periodo de formación: Zeus, un springer spaniel con mucha vitalidad que su guía, el policía local responsable de esta Unidad, Juanjo Rueda Sánchez, está preparando para la detección de estupefacientes en el municipio.
Por Emer IGLESIAS

En 2012 se formó la Unidad Canina de la Policía Local de Algete tras la preparación del guía responsable con una malinois, Xena, en un curso de seis meses de duración tras el cual guía y perro acabaron aptos para trabajar. La llegada de Xena fue una revolución en este pequeño municipio del cinturón de Madrid con poco más de 20.000 habitantes.
El menudeo en las inmediaciones de los centros escolares fue su principal objetivo, y a las tres años llegó Hada, otra cachorra de malinois para completar estas tareas. Según indica a LADRIDOS Juanjo Rueda, la jornada de Xena y Hada comienza con su turno de trabajo. “Traigo a las dos todos los días. Lo primero es sacarlas a hacer sus necesidades, posteriormente vamos a la entrada de los institutos o colegios, frecuentamos la zona donde hay menores que puedan tener algún tipo de sustancia”. Según el responsable de la Unidad, la función es sobre todo “presencia policial, en las entradas y salidas, los chavales nos conocen desde hace tiempo, están muy habituados, además ya conocemos a los posibles poseedores”, matiza.


Los perros de esta Unidad Canina están preparados para detectar droga y estupefacientes, para lo que denominan el menudeo. Xena, de casi nueve años, y Hada, a punto de cumplir cuatro, conviven desde hace unos meses con Zeus, el macho de springer que está aprendiendo a distinguir sus “presas” y que es el responsable de un plus de vitalidad en el equipo.
Los tres residen con el policía local. “Viven conmigo durante las 24 horas del día, los tengo cedidos al Ayuntamiento, pero son perros de mi familia, están en mi casa y cuando se jubilen, seguirán en mi casa, conmigo”, relata Rueda.
Las dos malinois tienen un sistema de trabajo bien definido. Su forma de indicar a los agentes humanos donde hay algo de droga es a través de lo que se conoce como marcaje lapa para perros detectores pasivos de sustancias.
El modus operandi de los jóvenes que se dedican al menudeo en Algete ha cambiado. “Al principio de la Unidad Canina casi siempre cogíamos algo en personas, con el tiempo han ido cambiando el sistema, ahora lo van dejando en setos vegetales, escondido, para recogerlo cuando no hay nadie”, relata el responsable de la Unidad.
Juanjo Rueda no va solo con las perras a trabajar. “Vamos siempre con un compañero, lo que hacemos es presencia policial. Hay un túnel por el que pasan los chavales al instituto, nos ponemos ahí. Ahora es más un medio disuasorio”, matiza.


Pero no siempre es fácil para este equipo canino descubrir los rincones, cada vez más rebuscados, donde los delincuentes esconden las sustancias ilegales. Rueda utiliza en muchas ocasiones a las dos perras. “Cuando las traigo, una de ellas se queda en un canil de espera y la uso para contrastar en los controles. Hay veces que la sustancia parece que no está, o está en sitios difíciles, y hay que usar otro perro para contrastar y asegurarnos de su ubicación”.
Aunque Xena se formó en un curso de seis meses, y Hada fue formada ya por su guía, a diario siguen entrenando para estar al día en su trabajo. “Todos los días las entreno, salen a pasear, corren, y esporádicamente hacemos algunos ejercicios con otros compañeros de otras policías, estamos en un club, malimán, donde nos vamos alternando y practicamos para que no pierdan el hábito”. 

Marcaje lapa
El perro después de detectar la sustancia que previamente se le ha asociado, marcará de cuatro formas, tres de ellas si la droga está estática: si la puede tocar, la mirará y la tocará con la trufa o la boca, sin morderla, y se sentará o se tumbará; si está oculta, hará lo mismo en el lugar más próximo y si es imposible llegar, se quedará inmóvil mirando hacia la altura donde esté ubicada. En el caso de que la droga esté en movimiento, el perro perseguirá a la persona o vehículo, siempre que sea una velocidad razonable, mirando la sustancia, y en cuanto se pare hará el marcaje estático.

 

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