Los perros ofrecidos por Internet con precios 'outlet' siempre son una estafa
La RSCE recuerda que la mejor y única forma de adquirir un animal de raza procedente de la cría responsable es exigir el certificado oficial de pedigrí que garantiza aspectos como su salud física o temperamental o las condiciones en las que ha sido criado. La Guardia Civil junto a Interpol y la Policía Colombiana desmantelan una red de venta fraudulenta de mascotas que estafó más de 150.000 euros a 250 españoles que pagaron solo 500 euros por un animal que nunca recibieron.
Por Emer IGLESIAS
La adquisición de un perro, adoptado o comprado, debe ser siempre un acto muy meditado y consensuado con los miembros de la familia a la que va a incorporarse. Esto ya nadie lo duda.
Los criadores legales y responsables “hacen un trabajo basado en el amor, la pasión, el estudio y el respeto por los perros”, señala a LADRIDOS el presidente de la Real Sociedad Canina de España, RSCE, José Miguel Doval.
“Es imposible adquirir un ejemplar criado en estas condiciones a precios tan económicos”, matiza Doval tras la operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía colombiana que ha destapado un fraude en la venta de mascotas como una ganga: 500 euros por animal.
“Desde la Real Sociedad Canina de España recomendamos que antes de decidirnos por adquirir un perro, de cualquier raza, hagamos un estudio adecuado, recurriendo tanto a criadores individuales como a clubes de raza y a entidades caninas como la RSCE o sus Sociedades Caninas colaboradoras en toda España, para poder tener la información adecuada, además de insistir en la importancia de requerir los certificados y documentos oficiales que acreditan tanto al cachorro como a su criador”.
Los precios medios de un perro de un criador certificado superan con creces los mil euros, por lo que encontrar perros de raza ‘outlet’ en portales de Internet por 500 euros o menos ya nos debe hace desconfiar del vendedor.
La red de venta fraudulenta de mascotas operaba en Colombia y España. En el desarrollo de la operación de las Fuerzas de Seguridad se han detectado 250 víctimas en nuestro país que tras enviar los 500 euros nunca recibieron el animal.
Según señala la Guardia Civil, “tras recibir el primer pago, los presuntos vendedores exigían un segundo pago y si la víctima se negaba, era amenazada de muerte mediante mensajes o llamadas telefónicas. Las amenazas incluían imágenes intimidatorias de armas de fuego, para asegurar que la víctima realizara el pago del transporte”.
Para ganar la confianza de los compradores los delincuentes enviaban documentos de identidad usurpados, previamente obtenidos de otras personas estafadas. Según Doval, “la mejor forma de estar seguros de que el perro que vamos a incorporar a nuestras vidas es un animal de raza procedente de la cría responsable es solicitar al vendedor/criador los certificados que lo acreditan, como el pedigrí oficial de la Real Sociedad Canina de España (RSCE)”.
La falta de este documento puede ser una prueba de que la venta es una estafa. En otros casos, aunque el perro llega finalmente a las manos de los compradores los certificados de las vacunas no existen o son falsos y los animales suele aparecer con enfermedades que pueden incluso acabar con su vida a los pocos días.
El presidente de la RSCE añade que su organización “está siempre alerta a posibles casos de fraude o estafa, como el recién descubierto en Colombia, o la red criminal recientemente desarticulada en España que se dedicaba a falsificar certificados de pedigrí para vender caniches toy supuestamente procedentes de China”.
La piratería canina es un problema que amenaza directamente al bienestar y la salud animal en un negocio al alza: “cada vez más ciudadanos en España y en Europa conviven con un perro, cuya venta mueve en la UE más de 1.300 millones al año, lo que lo convierte en un negocio atractivo para los delincuentes”, añaden desde la RSCE.
Ante estas situaciones, desde la RSCE “se pide adquirir perros siempre procedentes de criadores responsables: una figura reforzada con la Ley de Protección Animal que garantiza la salud y cuidado del perro, además de la conservación y mejora de las razas caninas”.
Tres años, 38 millones y 43 provincias
Según la Guardia Civil, la organización criminal que llevaba tres años operando en España y Colombia ha logrado un volumen de más de 35 millones de euros en transacciones de criptomonedas y ha llegado a ingresar más de tres millones en efectivo. El dinero obtenido de las estafas era ingresado en cuentas bancarias, convertido en criptomonedas y transferido a cuentas de la organización.
Las criptomonedas eran empleadas como una herramienta estratégica para dificultar la detección de los fondos ilícitos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, facilitando al mismo tiempo su integración en el sistema financiero legítimo.
En los escalones más bajos de la organización, diferentes personas ubicadas en España y Colombia se encargaban de la apertura de cuentas bancarias donde sería depositado el dinero procedente de las estafas. En un segundo escalón, los miembros se encargaban de recepcionar el dinero, convertirlo en criptomonedas y depositarlo en direcciones descentralizadas. Estas eran operadas a su vez por miembros de la organización ubicados en Colombia y Camerún, siendo estos últimos los principales líderes.
Las 250 víctimas de nuestro país están repartidas casi por toda la geografía española, en concreto en 43 provincias de la 52 que tiene España: Zaragoza, Badajoz, Castellón, Madrid, Córdoba, Huesca, Jaén, La Rioja, Cantabria, Sevilla, Toledo, Valladolid, Cáceres, Vizcaya, Valencia, Barcelona, Granada, Almería, Huelva, A Coruña, Albacete, Asturias, Navarra, Murcia, Alicante, Pontevedra, Guadalajara, Girona, Ceuta, Burgos, Orense, Palencia, Málaga, Álava, Ciudad Real, Cádiz, Cuenca, Zaragoza, Tenerife, Tarragona, Islas Baleares, Las Palmas y Zamora.
(Páginas 18 y 19)
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