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Los perros rastreadores motivados con un marcador y premios aprenden más rápido

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Entrenar a los perros detectores requiere precisión en el momento para condicionar una fuerte asociación entre el olor y la recompensa. Un trabajo de investigación concluye que el uso de marcadores además del premio es el mejor aliado para animales que trabajan a distancia. Los perros localizadores adiestrados con algún señalador completan su formación en menos tiempo

Por M. ARAMBARRI 

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El entrenamiento con marcadores consiste en utilizar una señal que predice una recompensa para proporcionar una retroalimentación inmediata en el momento que hay una respuesta correcta.
Es una técnica muy popular en el mundo del entrenamiento animal y generalmente se hace con un pequeño utensilio denominado clicker cuyo sonido se asocia a recibir un premio.
Según investigadores de la Universidad de Auburn, Estados Unidos, hasta ahora no se había examinado la aplicación de los marcadores en el adiestramiento de perros detectores, por lo menos empíricamente. Por ello, un equipo de siete investigadores se puso manos a la obra e inició un trabajo con la intención de evaluar la eficacia del entrenamiento con marcadores para el aprendizaje y el rendimiento de detección de olores.
Entrenaron a 28 perros detectores repartidos en dos grupos diferentes cada uno con 14, para detectar y alertar sobre un olor objetivo con o sin el uso del clicker como marcador. Y observaron que en comparación con los perros entrenados únicamente con la recompensa, los animales adiestrados con el marcador como señal de premio necesitaron menos ensayos para completar su fase de entrenamiento, entre otras ventajas.

Centro de cría
Los 28 perros que participaron en el estudio fueron de la raza labrador, 10 hembras y 18 machos, del programa de cría de detección de Ciencias del Rendimiento Canino de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad americana de Auburn.
Todos los cachorros nacieron y se criaron en el programa y pasaron por un proceso de socialización estandarizado. A este estudio se incorporaron cuando llegaron a la fase final del programa, aproximadamente a los diez meses. Aparte de buscar juguetes, ninguno de ellos había recibido entrenamiento previo en detección formal de olores.
Un grupo, 14 perros, fue entrenado con el uso de un clicker como marcador y señal para la recompensa, y el otro, los otros 14, trabajó solo con premio. En ambos grupos las respuestas correctas se premiaron con una pelota y con un juego con el adiestrador. En el caso del grupo que utilizaba marcadores, el adiestrador era el encargado de presionar un clicker que producía el típico sonido de clic-clac inmediatamente después de que el perro realizaba la respuesta correcta, seguido del lanzamiento de la pelota. Todos los perros fueron adiestrados para sentarse en cuanto detectaran el olor objetivo.
Tras un determinado número de pruebas, los investigadores observaron que los perros en el grupo de marcadores necesitaron significativamente menos ensayos para completar la etapa final del entrenamiento de detección de olores frente al grupo que solo recibía premios.
En cuanto a la detección correcta no hubo diferencia significativa en la probabilidad de conseguirla. Pero sí se puso de manifiesto que la velocidad del aprendizaje fue mayor en etapas posteriores, es decir, cuando la tarea se volvió más compleja.
“Estos hallazgos refuerzan la noción de que los efectos del entrenamiento con marcadores pueden ser más evidentes cuando se entrenan comportamientos más complejos que requieren, por ejemplo, una mayor distancia del entrenador”, señalan en su trabajo.
Si en el caso de la detección “es deseable responder en estrecha proximidad a la fuente de olor, hay casos como cuando se trabaja con explosivos volátiles, que exigen que el perro sea recompensado ‘lejos de la fuente’. Nuestros resultados indican que estos desafíos se pueden abordar mediante el entrenamiento con marcadores”, añade el equipo de investigación.

Dependientes del marcador
Según los investigadores, los entrenadores suelen dejar de usar el marcador una vez que el comportamiento aprendido está bien establecido, lo que genera la duda de qué pasa a partir de entonces. “Es poco probable que los perros se vuelvan dependientes del marcador para realizar su tarea. Si bien este estudio demuestra los beneficios de usar un marcador para el entrenamiento inicial de perros inexpertos que aprenden una nueva tarea, el entrenamiento con marcador también puede ser eficaz para mejorar comportamientos previamente entrenados o corregir otros indeseables”.
Estos hallazgos son aplicables a otros animales como las ratas que buscan minas a distancia.

 

(Páginas 10 y 11)

 

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