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LA LEGISLACIÓN




                      de profundidad temporal, la identi-                       tivas de caza, cuando se extiende el
                      ficación como «pueblo montero» es    La monte-            segundo tipo. No es posible la mon-
                      aceptada como seña de identidad      ría y la re-         tería sin la rehala,  su función es de-
                      por el conjunto de la población.     hala cons-           terminante en el resultado final pues
                      ¿Qué es una rehala?                  tituyen una          sin la acción de los perros, las pre-
                                                                                sas continuarían encamadas y no se
                      Es la jauría o agrupación de perros   densa red           podrían dar los lances.
                      de caza mayor, entre 14 y 24, don-
                      de se establece una relación entre el   asociativa        Monteros y rehaleros
                      rehalero y sus perros imprescindible   extendida          Ambos tienen funciones distintas
                      para la eficacia durante las monte-                       e imprescindibles. Los rehaleros
                      rías. Desde el profundo conocimien-  por todo el          recorren el cazadero selecciona-
                      to de los rasgos y características de   territorio        do o «mancha», conduciendo con
                      cada perro, el perrero lleva a cabo                       sus voces la jauría por un recorrido
                      un proceso de adiestramiento se-     andaluz              planificado para acosar a las piezas
                      lectivo que crea un vínculo de triple   con espe-         encamadas y obligarlas a dirigirse
                      contenido: de utilidad, de pertenen-  cial pre-           hacia los puestos de tiro ocupados
                      cia y de afectividad. Las rehalas ac-                     por los monteros. La montería y la
                      tuales han evolucionado desde las    sencia en            rehala tienen lugar desde el amane-
                      que  se  pueden  considerar  como    el medio             cer hasta el ocaso de la fecha seña-
                      pre-modernas en las que se fusio-                         lada, dándose toda la secuencia de
                      naban los roles de cazador y pe-     rural                actos formalizados que constituyen
                      rrero en una misma persona. Fue a                         una estructura de carácter regular.
                      principios de siglo XX, con la exten-                     Pero el tiempo real de la montería
                      sión de las monterías de invitación,                      se extiende más allá de estos lími-
                      cuando se desarrolla el primer tipo                       tes para podenqueros, rehaleros y
                      de rehalas descrito, y a mediados                         organizadores, ya que la jornada de
                      del citado siglo, con el desarrollo de                    cacería es la fecha clave de un am-
                      las monterías de sociedades depor-                        plio calendario de tareas de planifi-
                                                                                cación previas y posteriores.
                                                                                ¿Cómo se desarrolla?
                                                                                Se inicia a primera hora de la ma-
                                                                                ñana  en  un lugar  más o  menos
                                                                                cercano  a  la  mancha.  Monteros  y
                                                                                rehaleros suelen ocupar espacios
                                                                                distintos aunque cercanos y suele
                                                                                producirse poca conexión inter-
                                                                                grupal debido a que los rehaleros
                                                                                permanecen con sus rehalas en los
                                                                                vehículos y no participan en el sor-
                                                                                teo de puestos de la montería ni en
                                                                                el desayuno colectivo. Posterior-
                                                                                mente se inicia la salida al campo.
                                                                                Cuando las armadas están «monta-
                                                                                das», es el momento de «la suelta
                                                                                de las rehalas», en el que se rompe
                                                                                el silencio con los ladridos de los
                                                                                perros, la explosión de un cohete y
                                                                                los primeros tiros. El recorrido sue-
                                                                                le durar entre tres y cuatro horas.
                                                                                Tras, «el lance», encuentro entre el
                                                                                montero y la presa que finaliza con
                                                                                el disparo y la muerte o la huida del
                                                                                animal, los rehaleros llaman a sus
                                                                                perros con las caracolas y la mon-
                                                                                tería en su fase cinegética ha ter-
                                                                                minado.




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