Perros rastreadores se lanzan al vacío siguiendo su curiosidad
Hace más de 70 años que está documentado que un elevado número de perros han saltado al vacío al llegar al puente del siglo XIX llamado Overtoun Bridge en Dumbarton, Escocia, ubicado al noroeste de Glasgow. Según cuentan muchos propietarios, los canes se ponen como poseídos cuando se acercan a la zona y saltan sin temor desde un puente que cruza un barranco de 15 metros y ya es conocido como el “puente suicida de perros”. Los lugareños atribuyen ese deseo irrefrenable de los canes a brujería o actividades paranormales durante décadas. La situación es tal que el municipio ha colocado un cartel al inicio del puente avisando de lo peligroso que es llevar al perro suelto.
Por Carlos XESTAL
Hace más de 20 años un pastor, informa «The New York Times», se mudó a la cercana casa de Overtoun House con su esposa y y dice haber visto a varios perros saltar repentinamente del puente y suicidarse, seguidos por el olor de visones o pequeños mamíferos.
Sin embargo, Paul Owens, un profesor de religión y filosofía, ha investigado la muerte de perros durante 11 años e incluso ha escrito un libro sobre el misterio. Le dijo al periódico que un fantasma «está detrás de todo esto», «La Dama Blanca de Overtoun», el fantasma de una mujer local que murió en 1908 y nunca superó la muerte de su esposo.
Por su parte, el conductista animal David Sands visitó el puente y concluyó que los perros no se estaban matando a propósito, sino que la curiosidad los mató. Observó que la mayoría de los perros que saltan tienen habilidades de rastreo de olores especialmente agudas, por lo que el olor de los animales salvajes puede ser un desencadenante.
Quizás los perros puedan oler o ver criaturas salvajes corriendo por debajo del puente, señaló Sands. Y tal vez la construcción del puente, que tiene bordes afilados, podría hacer que parezca un plano seguro y liso desde el punto de vista de un perro, y contribuya a su confusión. En un documental Sands dice “es muy probable que en todos los casos aquí en Overtoun Bridge fue la curiosidad lo que mató al perro”.(Página 36)
