La formación para tener un perro debería ser obligatoria
Uno de los objetivos de la Dirección General de los Animales debería ser que todo ciudadano tenga una formación canina antes de ser propietario de un perro, como dice en estas páginas el campeón de la copa de España de border collie 2021, Jose Padilla. Y olvidarse de ocurrencias como que no deben existir perros de trabajo porque no pueden sindicarse.
La formación es básica e imprescindible para que los siete millones de perros que conviven con nosotros estén integrados y felices en las familias sin ningún tipo de riesgo de mordedura. Todos los sectores y organismos implicados se deberían empeñar en conseguir que se establezcan unos mecanismos que ayuden a formarse a los propietarios de perros y tener un mínimo de cultura canina.Pero en ningún momento esto debe significar un “sacacuartos” a los que nos tienen acostumbrados en cuanto aparece una iniciativa.
Formarse como propietario de perro es algo que hacen los profesionales del mundo canino, tanto en el ámbito deportivo como en el asociativo o en el de criadores serios. El déficit está en los particulares que pueden tener mascotas en sus casas sin apenas conocer las necesidades de cada ejemplar, ni las especificidades de la raza y ni mucho menos qué hacer ante un perro que parece irse de las manos. La alarma social que crea cuando uno de estos a animales muerde hasta la muerte a una persona, más aún si es niño, lleva a todos a levantar la voz en pro de la responsabilidad de tener un perro.
¿Y qué medidas se toman? Por el momento ninguna relacionada con este déficit que vivimos como sociedad, frente a países europeos donde, por lo menos, hay que dar un curso de manejo de perros antes de tener uno, y renovarlo cuando cambias de mascota. La nueva Ley de Protección Animal que fue esperada en su momento como agua de mayo por el sector, ahora parece ser una rémora para avanzar en el camino del reconocimiento de una educación canina de calidad y de una protección de los perros de trabajo.
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