Los perros devuelven vida
Editorial. El mundo de los profesionales del perro tiene varias aristas que a veces se entrecruzan y caminan por diferentes espacios buscando un fin común: convertir una pasión en profesión compensada con réditos económicos. Como en todos los sectores, los que están arriba son objeto de ejemplo para los que quieren llegar, pero también levantan rivalidades, algunas muy enconadas, auspiciadas por un sector que, aprovechando la escasa o nula regulación de esta profesión, intenta destacar sin apenas preparación o conocimiento de lo que es un perro. Ofrecer seguridad o tranquilidad y devolverles una vida que les fue arrebatada a mujeres víctimas de violencia de género, algo que debería ser función de los gobiernos, es una realidad que diferencia a un buen adiestrador de otros que nunca llegarán a ninguna parte. La iniciativa de Ángel Mariscal, propietario de Security Dogs, hace ya una década, de preparar de forma altruista perros de protección para un colectivo vulnerable de mujeres, es digno de reconocimiento por todos, seamos del mundo del perro o no. Ese medio centenar de víctimas que hoy caminan tranquilas por nuestras calles dejando atrás un pasado de horror y dolor es el mejor ejemplo de que el adiestramiento canino es un eslabón importante y, sobre todo, necesario, en nuestra sociedad. Y de que los mediocres deberían mirar de frente a los grandes profesionales como un espejo sin grietas donde aprender.