Los perros callejeros
de Turquía están
protegidos por Ley
Desde 2009 una ley dictada por el Gobierno turco protege a los perros callejeros y castiga a quien les haga daño o les retire la comida. Se calcula que hay unos 100.000 por la ciudad del Bósforo, casi todos de tamaño grande, y conviven entre los 15 millones de habitantes de la antigua Constantinopla.
Al llegar sorprende los cuidados extremos que reciben. Es normal encontrar por las calles, tanto en la parte europea como la asiática, recipientes con comida y agua siempre repletos de alimento. Da igual que vayas a una cafetería, a un supermercado, al metro, a la mezquita o a trabajar, siempre hay perros a tu alrededor tumbados y relajados. Tan acostumbrados están al bullicio que ni se inmutan ante el gentío y son los propios ciudadanos los que dan un rodeo para seguir su camino sin molestarlos.
Ni rastro de cacas caninas.
Al visitar Estambul no solo llama la atención la presencia de perros deambulantes, también la ausencia de excrementos caninos por las calles. La limpieza es extrema, mucho más que en las urbes avanzadas en protección animal en las que los perros pasean de la correa junto a sus dueños. Toda una lección de civismo, ya que los popios ciudadanos no dudan en recoger las cacas si es necesario. Además, colocan alfombras junto a sus negocios y facilitan mantas para las frías noches invernales. Lo que desde nuestra mentalidad europea puede parecer un abandono masivo, es en realidad un cuidado responsable de unos animales que conviven entre los 15 millones de habitantes.
Reportaje gráfico en páginas 36-37
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