Euskadi exigirá un certificado de cría para inscribir a sus perros autóctonos
La asociación responsable de su libro genealógico emitirá el documento de inscripción de los ejemplares del villano de las encartaciones y del pastor vasco, únicos Libros Genealógicos gestionados en Euskadi
El País Vasco ha dado un paso de gigante en la defensa de sus razas autóctonas al exigir a partir de ahora un certificado que acredite el cumplimiento del programa de cría de la raza antes de inscribir al perro en el REGIA, documento que debe ser emitido por la asociación que lleve su Libro Genealógico.
Por Emer IGLESIAS/Fotos: C. Villano de las Encartaciones
Una nueva disposición se ha añadido en defensa de las razas vascas con la letra J en el artículo 15 del decreto del País Vasco 81/2015 de 2 de junio, de conservación, mejora y fomento de las razas autóctonas vascas, y de regulación de las entidades de fomento de razas animales.
En su redacción señala expresamente que a partir de ahora hay que “Certificar la raza no ganadera autóctona a que pertenece el ejemplar, certificado que acredita el cumplimiento del programa de cría de la Asociación responsable de la llevanza de su Libro Genealógico, para su posterior inscripción en el Registro General de Identificación de Animales de la Comunidad Autónoma del País Vasco y posteriormente formalizar su documentación”.
Esta nueva legislación, que va a favor de la veracidad, transparencia y trazabilidad de las razas caninas autóctonas de Euskadi, se ha aprobado tras recabar la opinión de “las organizaciones y asociaciones representativas del sector ganadero, así como a todos los agentes que, directa o indirectamente, participan en la conservación, mejora y fomento de las razas de la Comunidad Autónoma del País Vasco”.
Una de estas organizaciones, el Club Nacional del Villano de las Encartaciones, hace, en declaraciones de su Comisión Gestora del Programa de Mejora a LADRIDOS, una “valoración muy positiva y entiende beneficioso y adecuado que las comunidades autónomas, legislen en esta línea de actuación, para una adecuada protección de las razas caninas autóctonas”.
Según indica la Comisión, “La selección de las razas caninas, realizada a lo largo de miles de años, ha propiciado que llegue hasta nosotros un tesoro de un valor genético y social enorme, trabajos que pueden ser perjudicados gravemente por una mala gestión de documentación de los ejemplares. No existe abandono en las razas puras”.
Con esta nueva norma, además de asegurar que el perro cumple con los estándares del programa de cría, también garantiza que el tipo de ejemplar inscrito no pueda modificarse. “El requisito de solicitar el certificado a los responsables del Libro Genealógico de la raza autóctona a que pertenece el ejemplar, da fe de que cumple con su Programa de Cría aprobado y además garantizamos que el tipo de ejemplar no pueda modificarse, garantizando así su correcta crianza”, indican desde el Club Nacional del Villano de las Encartaciones.
Actualmente son los veterinarios los encargados de realizar la inscripción en los Registros de Identificación de Animales, ahora con la exigencia de este certificado, se “ofrece a las razas caninas autóctonas principios de veracidad, transparencia y trazabilidad”, matizan desde Comisión Gestora.
Para facilitar la realización de este trámite, que será totalmente gratuito, el Club Nacional del Villano de las Encartaciones ha hecho público que facilitará a los propietarios de Villanos de las Encartaciones el certificado obligatorio gratuitamente, para su inscripción en el Registro General de Identificación de Animales de la Comunidad Autónoma del País Vasco (REGIA)”.
El 28 de febrero del año 2000 cerró el registro fundacional de esta raza y la emblemática raza villano de las Encartaciones sigue en estado crítico. Los esfuerzos del Club Nacional Villano de las Encartaciones, encargado de llevar el libro genealógico, han dado sus frutos pero la raza aún está muy lejos de los más de mil perros censados que se necesitan para calificar a la raza como en peligro de extinción y salir de la zona de “estado crítico”. A partir de entonces para incorporar animales al libro genealógico se hizo necesario constar los progenitores como reproductores.
Pero el Club empeñado en evitar que esta raza autóctona de gran valor genético, una vez cerrado el registro fundacional, solicitó un nuevo plan de programa de cría con los objetivos de “mantenimiento de la raza, incremento de los censos de la raza, manteniendo su variabilidad genética y mejorando la morfología y carácter”. El plan de actuación, en sentido amplio, comprende dos apartados complementarios, el fomento y promoción y el técnico de conservación.
El fomento y promoción tiene el objetivo de incrementar censos e incluye todas aquellas acciones de difusión encaminadas a mantener e incrementar el número de criadores y el censo de la raza.
En cuanto a la parte técnica el objetivo es conservar la población con la máxima variabilidad genética, es decir con la mínima consanguinidad, además de ejecutar acciones de mejora. Para ello, iniciaron dos métodos clásicos de cría: in situ, que incluye a los criadores que conforman los asociados de la raza; y ex situ in vitro, a través del banco de germoplasma.
En este último punto, su plan de cría señala que el material genético se conservará a través de dos formas ex situ: in vitro e in vivo. En la primera, el plan de cría presentado por el Club señala que “actualmente no se dispone ni de semen ni de embriones congelados, debido en gran medida a que la inseminación artificial no ha sido usada como herramienta reproductiva. De cara al futuro, según disponibilidad de presupuesto, se planteará obtener muestras seminales para su incorporación a un banco de germoplasma propio. Puesto que se trata de una raza en situación de peligro de extinción en una primera instancia se considera preferente el proveer al banco de germoplasma exclusivamente de semen, aunque se aspira a contar en el futuro con un banco de germoplasma que contenga material criogénico de semen, ovocitos, embriones y células somáticas como salvaguarda de la variabilidad actual (preservación)”. En cuanto a la conservación in vivo, tienen especial importancia aquellas relacionadas con el mantenimiento en la medida de lo posible del número efectivo a través de la mejora de la fertilidad y capacidad de cría, y acciones específicas como el intercambio de reproductores que impidan el parentesco elevado y la fragmentación de la población.
Los datos
336 ejemplares vivos
161 machos
175 hembras
77 reproductores (datos al iniciar el plan de cría)
(Páginas 28-29)
Villano de las Encartaciones: Una raza entre amigos