EN PRIMERA PERSONA
El toque que sustituye al oído y al ojo
Por Jonathan MANZANO
Un cruce de Carea de tan sólo dos meses de edad caminaba por las carreteras de una localidad leonesa en pleno invierno. Su ceguera y sordera genéticas parecían no marcarle un final feliz. Sin embargo, Isabel le cambió la vida. Con un sistema de adiestramiento basado en toques, Arya disfruta a día de hoy de una plena independencia junto al resto de animales que tiene su guía Isabel.
Con tan sólo dos meses de edad, en pleno diciembre, vagaba sin rumbo una asustada mestiza de Carea Leonés por las carreteras de Villablino. Una voluntaria de la protectora El Bierzo y Laciana la cogió. Por desgracia, no presentó ningún microchip que permitiese reclamar a alguien la trágica situación en la que se encontraba.
Arya fue a parar a Isabel, quién la acogió como casa de acogida hasta que se encontrara una adopción definitiva para este can. Al día siguiente de la llegada al domicilio, en la revisión veterinaria se confirmaron los primeros indicios que surgieron al recoger al animal. No podía ni ver ni escuchar, aunque “si que oye ultrasonidos como puede ser, por ejemplo, un búho. Sin embargo, no sabe ubicarlo” afirma la actual guía de Arya, Isabel, a LADRIDOS.
Las integrantes de la protectora leonesa comenzaron a difundir su adopción. Sin embargo, antes de encontrarle un nuevo hogar, Isabel estaba encandilada con Arya y decidió adoptarla. El primer encuentro entre ambas fue muy emotivo, “Arya estaba desesperada por tener contacto físico, no quería estar sola y quería comer”. Uno de los perros de Isabel, Selva, con quien mantiene un estrecho vínculo en la actualidad, calmó los nervios de Arya.
"La adiestradora a la que acudí me comentó que Arya tenía que aprender a ser indepentiente"
Ésta era la primera vez a la que Isabel se enfrentaba con un perro con sordera y ceguera, “Había tenido de acogida perros sordos, perros ciegos, pero no sordociegos”. Al no saber como gestionar el caso de Arya con el mayor éxito posible decidió buscar apoyo en diferentes adiestradores caninos de la zona. La mayoría le recomendaban utilizar el collar de vibración o utilizar un perro guía para adiestrar la conducta de Arya pero estas herramientas no terminaban de convencer del todo a Isabel.
Ante esta situación, decidió buscar información en internet y fue cuando se encontró con el método de adiestramiento impartido por una adiestradora americana especializada en perros ciegos y sordos, “la adiestradora me comentó que Arya tenía que aprender a ser independiente, no apoyarse en otros perros en su día a día, porque si en algún momento desaparece ese perro, ¿qué va a ser de ella?”.
Además, acudió a Beatriz, una adiestradora de la zona, quién le enseñó multitud juegos de olfato para que Arya potenciase su capacidad olfativa. Un olfato con el que un día de paseo por la zona de monte de Ponferrada, permitió guiar a Arya hasta su casa. “Puso el hocico en el suelo olfateando todo el sendero por el que habíamos caminado y fue a casa, subió las escaleras y se quedó sentada en el descansillo” explica sorprendida Isabel a LADRIDOS.
A pesar de ni ver ni oír lo que sucede a su alrededor, la capacidad interactiva con el resto de animales es excepcional. Cada vez que llega un nuevo animal de acogida a casa, Isabel toca a Arya y le acerca paulatinamente al perro o gato hasta que le da el visto bueno. De hecho, mantiene una magnífica relación con su gato Phantom, quien cuando ve a Arya nerviosa, coge su cara y la tranquiliza con sus patas.
Sin embargo, cuando Arya se muestra más nerviosa es cuando se acercan personas a acariciarla, sin haber preguntado anteriormente a Isabel “tengo que tener cuidado de la gente que tiene el mal hábito de acercarse a acariciar al animal, ya que Arya se asusta mucho”.
Como Isabel se lleva a Arya a todas partes y se mueve por zonas de donde se hace difícil soltar al animal, decidió enseñarle, con la ayuda de un adiestrador, canicross. Para realizar este deporte canino sin problemas Isabel “le indicaba con el arnés la dirección a la que tenía que dirigirse. Si tiraba a la derecha y ella iba a la derecha, le premiaba; si tiraba un poco hacia atrás y ella frenaba, recibía premio”.
Arya le ha enseñado una lección canina desde que forma parte de su vida, “me ha permitido comprender que un perro entiende todo perfectamente sin tener que hablarle, solamente con un toque. Este sistema de adiestramiento lo ha llevado a cabo con otros perros y el resultado ha sido muy positivo.
Alternativa de adiestramiento a perros sordociegos
Con la ayuda de la adiestradora americana comenzaron el adiestramiento de Arya mediante toques. En primer lugar le enseñaron a permanecer cerca de Isabel. Cada vez que Arya se alejaba y volvía, le premiaban. Una vez dominado este paso, procedieron al sentado. “Para sentarse, le daba un toque en la parte de atrás y le guiaba con el premio”. Con la señal de tumbado, un toque en la parte delantera del cuerpo; reptar, un toque en la pata; levantarse o iniciar la marcha, toque en la barbilla, entre otros comandos.