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LOS PROFESIONALES

Los perros también vuelven al cole

creality

Por J. MANZANO

A partir de los dos meses de vida, finalizado el periodo de Impronta con su madre y hermanos, comienza el entrenamiento de los que serán la ayuda para niños y niñas que presenten dificultades en ámbitos como la alfabetización, problemas de lectura y dicción, destreza o razonamiento lógico matemático. Héctor Serrano, vicepresidente de la Fundación Creality, imparte uno de los tres programas de la fundación, la educación asistida, junto a su labrador retriever Karma de seis años. 

Es una intervención educativa complementaria y va siempre de la mano del Equipo Pedagógico Escolar. El diseño de cada una de las sesiones es lo que les permite alcanzar los objetivos marcados con anterioridad. Para ello se introduce un elemento que interacciona con la persona y piedra angular de la intervención: el can de apoyo social. “Lo fundamental es crear al principio un vínculo entre niño y perro a través de juegos” afirma Héctor a LADRIDOS.

La estructura a seguir en cada una de las sesiones depende de cada niño, ya que trabajan diferentes áreas como la psicológica, la social, la curricular, entre otras. Lo prioritario es ahondar en el niño, analizar sus capacidades y limitaciones, reforzar sus puntos fuertes y trabajar en sus debilidades.“No sólo se trata de promocionar lo curricular a través de la interacción con el perro, sino de buscar la integración, mejora y adaptabilidad de los jóvenes que pertenecen a los programas”.

Una vez se ha creado el lazo afectivo se empiezan a trabajar los objetivos con otros juegos. “Si queremos trabajar el miedo o la frustración a la escritura, todos los juegos van a estar enfocados a que el niño tenga que leer algo para que el perro haga algo. El niño lo quiere hacer porque le interesa más ver al animal como hace, por ejemplo, la croqueta o abrir un cajón, antes que el miedo a la lectura” nos comenta Héctor. El niño observa que el perro no juzga en ningún momento lo bien o mal que leas, lo que permite acercarse a los objetivos marcados. Para obtener la mayor eficacia en cada una de las sesiones, Héctor sostiene que han de ser lo más individualizadas y con el menor número de personas posible. De este modo, se estrecha el vínculo niño-perro.

Es importante que una vez que se van alcanzando los objetivos, el perro vaya desapareciendo gradualmente porque si no fuera así todo lo que el niño ha conseguido podría achacarlo a la presencia del animal nos explica Héctor.
Los canes del equipo canino de Fundación Creality reúnen unas características especiales e indispensables para el desarrollo de sus funciones como son el interés por interactuar con las personas; la ausencia de agresividad; equilibrio de sensibilidad y habilidades innatas asociadas a su raza. Hasta ahora todos los perros que forman parte del proyecto son Labradores Retrievers, sin embargo, recientemente han comenzado a introducir otras razas caninas que aún se encuentran en la etapa de adiestramiento.

El entrenamiento de estos ejemplares comienza a los dos meses de edad. Una vez finalizado el periodo de Impronta con su madre y hermanos, comienza su entrenamiento en socialización y enriquecimiento ambiental. Es un periodo en el que se le habitúa a interaccionar con otros animales y seres humanos en entornos positivos. El enriquecimiento ambiental se centra en su habituación a contextos y estímulos no naturales como pueden ser las escaleras no mecánicas, luces o ruidos de la calle, olores, etc.

Después llega el entrenamiento específico que lo capacitará como perro de terapia el cuál consta de diversas partes como habituar al animal a un alto manejo por parte de los seres humanos; garantizar el control de impulsos, control de estímulos, necesidades a la orden, permanencia donde se le ordene, etc; habilidades que permiten la interacción humano-animal en el contexto terapéutico. Por último, trucos para afianzar aún más el vínculo entre usuario y perro, como refuerzo positivo y como vía para centralizar la atención y concentración hacia la terapia, así como favorecer una experiencia positiva, entre otras.

Este proyecto de la Fundación Creality, que tiene lugar en la Comunidad de Madrid, hasta ahora siempre ha conseguido obtener buenos resultados. “Al no ser objetivos cuantificables, hay diferencias en cada caso. Unas veces se tarda más y otras veces se tarda menos, pero siempre hemos conseguido mejorar la vida de las personas que han formado parte del proyecto”.

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