Raza autóctona del Pirineo aragonés que se exporta por el mundo
Mastín catalogado molosoide y tipo montaña, defensor infatigable que siempre avisa antes de atacar, y cariñoso con los niños y la familia. Raza autóctona del Pirineo aragonés, poco conocida en España, se ha expandido por Europa, Estados Unidos o Japón, donde es apreciado por su carácter. La vuelta y protección del lobo puede significar su regreso como guardián y defensor.
Por Miguel PELE
Es un perro grande, catalogado de guarda y defensa, que en otros tiempos se dedicó a proteger los rebaños y las propiedades de los animales salvajes, lobo y oso, pero con la casi desaparición de estos últimos perdió su utilidad. Ahora que el lobo prolifera más y es especie protegida tal vez tenga una segunda oportunidad. Aunque se les ve acompañando a algún rebaño, generalmente se destina a protección de “terrenos, fincas, casas o incluso a fincas dedicadas a caballos o gallinas, ya que, por su carácter, tiene fácil adaptación con otros animales”, nos cuenta Sonia, secretaria del Club del mastín del Pirineo. No hay que entrenarlo mucho “para que sepa lo que tiene que hacer y guardar, pues todo lo que considere propiedad de su dueño lo defenderá como suyo, sin tener que decírselo”. Se trata de una raza de perros gigantes, pero con un carácter dócil, amigable, pero a su vez versátil. “Nunca olvida que su instinto es la guarda y antes de atacar te avisará y animará a que te alejes”. Y con su imponente aspecto (80 cm de altura y sus más de 80 kg de peso) pocos serán los que se atrevan a retarlo. En ese carácter de guarda y protección se incluye a los niños, “con los que se muestra amable y paciente, porque en realidad se trata de un permanente cachorro enorme”.
A pesar de tratarse de una raza minoritaria y poco conocida, incluso en nuestro país, se ha extendido por toda Europa o Estados Unidos donde existen clubes y criadores del mastín del Pirineo, también hay socios en Japón. Como dato curioso, fuera de nuestro país, es Finlandia donde hay más criadores y perros de esta raza. En España hay aproximadamente “30 criadores activos y se contabilizan unos 100 cachorros inscritos al año en el LOE Y RRC, si bien desde 2018 hay un considerable aumento del 14%, aunque con la pandemia ha habido mayores dificultades para la cría”. Hay que recordar que apenas hubo eventos con jueces y en el último año apenas hubo casi ninguno.
La raza y su salud
La raza está reconocida por la FCI en 1954 y su estandar oficial en 1982. Desde 2002, las Cortes de Aragón reconocieron oficialmente al mastín del Pirineo como raza autóctona aragonesa, publicándolo en el BOA. Por otro lado, en Estados Unidos están intentando que la raza sea reconocida por el Kennel Club. En cuanto a la salud de este perro grande tiene dos “puntos de mira” en los que incidir: la consanguineidad y la displasia de cadera. Para el primero de ellos “existe una comisión de cría y ética y se desarrolló un sistema de valoración de cruces”. Y con respecto al segundo, la Universidad Veterinaria de Zaragoza, que colabora asiduamente con el club, realizó un estudio comparativo de los métodos genéticos de control de la displasia de cadera. Desde entonces, gracias también a la ayuda del Gobierno de Aragón, “están desarrollando un proyecto, utilizando el método PeenHip, originario en la Universidad de Pennsylvania, para el diagnóstico y detección precoz de la displasia de cadera y así poder hacer una mejor selección de los reproductores que, en no muy largo plazo, repercutirá en la mejora de la raza”.
El club mastín del Pirineo
Se formó en 1977 y cuenta con el privilegio de ser el primer club dedicado a una raza española. Vela por la raza, tanto a nivel funcional como de salud, y trabaja “para que se vuelva a introducir como perro de defensa del ganado, aprovechando las ayudas que dan los gobiernos autonómicos a los ganaderos con la reaparición del lobo. Estos reconocen que son útiles, no sólo por el lobo, sino por cualquier otra alimaña, como el zorro, la rabosa, la jineta, sobre todo en época de parición”. Por todo ello, el mastín del Pirineo tiene que estar sano para “cumplir su función de guarda o de trabajo, ya sea como guardián de la familia o como perro de trabajo con el ganado”. “Es mucho el esfuerzo que hace un criador por mejorar la raza y aunque muchos dueños de perros lo aprecian, todavía queda un largo camino y cultura para saber valorarlo”, finalizan desde el club.
Los datos
100 cachorros nacidos de media cada año
14% aumento desde 2018
Clubes en Europa o Estados Unidos(Páginas 22 y 23)
La nobleza del galgo corredor español