Si el clima impide salir, una buena idea es usar una cinta de correr en casa
Se aproxima el mal tiempo y aumentan las horas que los perros permanecen en casa, lugar difícil para practicar deporte. La primera opción a horas de encierro deben ser juegos de olfato, que ofrecen calidad de vida a los animales. Una cinta de correr también es buena idea, te contamos cómo iniciar a tu perro. Aunque es buena para ejercitar a nuestro perro, los profesionales recomiendan que nunca sea una alternativa a una caminata donde el animal pueda olfatear y jugar
Por Emer IGLESIAS
Es cierto, que ahora que comienza el otoño y el tiempo ya no anima a muchas caminatas por el campo, una cinta de correr puede ser una ayuda para mantener a nuestros perros en forma. Lo que está claro es que nunca debe sustituir a un buen paseo o entrenamiento, aunque la realidad es que a veces una cinta de correr es una buena manera de ejercitar a un perro cuando el clima no es bueno. Pero ojo, no debe ser una alternativa a una vida sedentaria.
Quizás tengamos en casa uno de estos aparatos deportivos que ya no usamos. Se acaba el buen tiempo y nuestros propósitos para el año en curso son muchos, pero ponerlos en práctica ya es otra cosa. En este caso es buena idea enseñar al perro a caminar sobre ella.
Este utensilio deportivo es una excelente manera de ejercitar a los perros cuando el clima no es el ideal. Además, también es una herramienta útil en otras situaciones.
“Mucha gente practica deportes caninos y es importante mantener a nuestros perros deportistas en excelente forma”, dice Pamela Johnson del American Kennel Club. “Las cintas de correr pueden ser una excelente manera de hacer que el perro haga ejercicio de cuerpo completo, sin impacto. Se puede usar para calentar antes del entrenamiento, de hacer deportes canino, de las caminatas largas o de los paseos”.
Johnson también ha descubierto que la cinta de correr es útil para la rehabilitación cuando sus perros se lesionan. Además, el entrenamiento en sí es un gran ejercicio mental para su perro en los días en que estamos encerrados en casa.
Positivizar con comida
Pero subir a una cinta de correr no es una rutina que todos los perros quieran hacer. Miguel Montero, guía canino y responsable de la unidad canina de rescate IAE Galicia, lo tiene claro, “Comenzamos positivizando la cinta con comida, intento un día sí y un día no meter físico a los perros”, indica a LADRIDOS.
Hay perros a los que le gusta más que a otros. Montero tiene un malinois que en su entrenamiento no duda en estar hasta 80 o 90 minutos en la cinta. “Puede estar perfectamente unos 12 km en la cinta, lo normal es siete u ocho, siempre es como complemento, por ejemplo, a mi perra que es muy fuerte físicamente le meto un rato de cinta y luego entrenamos algo por la tarde, hago un entreno con días de descanso por el medio, o de trabajo específico para ir compensando”, indica a LADRIDOS este guía que es bombero y hace binomio con sus perros de rescate por olor de referencia.
El método para iniciarlos los primeros días, es “positivizar con comida, la cinta apagada, con un poco de comida, luego muy despacito andando con la correa en la mano y animando al perro, luego siempre al bajar de la cinta el premio, en este caso la pelota, y así poco a poco ir aumentando velocidad y tiempo, en un proceso un poquito lento para que no le coja aversión”, añade Montero.
Apagada
Se debe dividir el proceso en pequeños pasos y crear una asociación positiva con cada uno de ellos. Comenzar premiando al perro por el simple hecho de subirse a ella. “El perro se sube, recibe un premio. El perro se baja, recibe un premio. Hay que repetir este paso muchas veces y luego finalizar la sesión de entrenamiento”, dice Johnson.
Nunca se debe obligar al perro a subirse a los equipos. “El objetivo es que el perro quiera subirse a la cinta por sí solo”, dice. Si se pone nervioso con la cinta o no está acostumbrado a subirse a los objetos, es posible que haya que empezar más despacio y premiarlo por el simple hecho de estar cerca de ella o mirarla antes de intentar subirse a ella.
Una vez que el perro se sienta cómodo subiéndose a la cinta, el siguiente paso es encenderla, pero sin comenzar el movimiento todavía: este paso es solo para que el perro se acostumbre al sonido del motor y del ventilador. Es bueno darle un premio por quedarse allí escuchando el ruido.
Movimiento
Luego viene el gran paso: poner la cinta de correr en movimiento a baja velocidad y tratarlo como un loco. “En este punto, es importante que el perro reciba una alta tasa de refuerzo para desarrollar un fuerte comportamiento de caminar en la cinta de correr”, dice Johnson.
Una vez que el perro se sienta completamente cómodo en la cinta de correr en movimiento, se puede aumentar la velocidad gradualmente. También es importante sujetar siempre el cordón de seguridad para poder detener la máquina si surge algún problema.
Miguel Montero relata que a sus perros los sube a la cinta para mejorar su físico fuera de los días de trabajo o entrenamiento específico.
“Hay que tener en cuenta cómo son los perros, yo tengo dos, y a una, Ula, no le gusta mucho la cinta, por lo que está poco rato”, indica este guía canino especializado en rescate y salvamento.
Los profesionales, como es Montero, coinciden en que trabajar con un perro en una cinta debe ser siempre un complemento a sus entrenamientos deportivos, nunca una actividad que sustituya los largos paseos o caminatas por el exterior.
(Páginas 30 y 31)
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