Los dolencias de los felinos que debemos conocer
Hace unos meses en LADRIDOS os hablábamos de enfermedades felinas como panleucopenia, leucemia, peritonitis infecciosa, rabia o inmunodeficiencia. Pero hay otras enfermedades típicas en gatos más generales que debéis de conocer.
Por Almudena NEGRO
Coccidiosis
Se transmite por la ingestión de huevos que se encuentran en ratones, pájaros, conejos… Los síntomas son diarrea, hemorragia, anemia, deshidratación, pérdida de peso. Se tratan con sulfamidas. Lo puedes evitar, como en el caso de los gusanos, desparasitando regularmente al animal.
Lombrices.
Los gusanos que pueden infectar a tu mascota son de dos tipos. Tenias (cestodos) o gusanos redondos (nematodos), que se transmiten por pulgas, o ingestión de heces, tierra o ratones. El gato infestado tendrá el pelo opaco, picor anal, inapetencia, diarrea, vómitos. Puede perder peso. Es posible que las lombrices se detecten en las heces. Es por eso que es fundamental que cada tres meses desparasites internamente al minino.
Acné.
Si tu gato tiene escasos hábitos de limpieza o sufre de estrés puede tener acné, que también puede estar causado por alteraciones de su sistema inmunitario o por hongos. Le sale alrededor de la barbilla y de la boca. El tratamiento es local. En casos más graves hay que recurrir al antibiótico y a los corticoides. Ojo, porque los gatos persas sufren una forma grave de esta enfermedad, llamada dermatitis facial idiopática.
Toxoplasmosis.
Tiene mala fama y es el motivo por el que mucha gente dice que las embarazadas no deben de acercarse a los gatos. Es una infección por toxoplasma gondii, que el gato contrae normalmente siempre a lo largo de su vida, pero que no perjudica su salud. Se transmite al ser humano a través de las heces. Así que ya ves que no es nada sencillo. Lo que sí debes de evitar, si estás embarazada, es limpiar tú su arenero.
Pulgas.
Miden unos 0,5 cm, son rojas y feísimas. Provocan picor alrededor de los ojos, oídos y ano y calvas en el pelaje. Se pueden prevenir con cualquier producto antiparasitario externo.
Sarna Otodectica.
Es un ácaro del oído que provoca otitis con prurito y costras gruesas. Hay que limpiar muy bien el canal auditivo y aplicar productos de acción acaricida.
Alergia.
Las alergias más comunes de los gatos lo son a la saliva de la pulga, a alimentos o alergias inhaladas. El síntoma principal es el picor y la gravedad dependerá de la cantidad de alérgenos y la asociación a otras alergias y enfermedades. Si un gato es alérgico, lo suele ser a más de una cosa. No hay medicación, pero se pueden prevenir. Controla continuamente que no tenga pulgas y adminístrale una dieta hipoalergénica hecha a base de proteínas hidrolizadas. Dale ácidos grasos y evita infecciones de la piel, así como medicamentos que disminuyan su reacción alérgica. En casos en que la alergia persiste durante más de seis meses, se puede recurrir a inmunoterapia.
Garrapatas.
Afectan a los gatos que salen al exterior y suelen encontrarse en extremidades, cabeza y partes inferiores del gato. Provocan picor y malestar. Se eliminan con alcohol o aceite y productos antiparasitario externo.
Tiña.
La infección por hongos se localiza normalmente en el hocico y patas. Provoca calvas circulares. Verás a tu gato rascarse, morderse, o limpiarse compulsivamente. Se trata con antimicóticos.
Abscesos.
El absceso es una acumulación de pus en las capas más profundas de la dermis y suele ser a consecuencia del mordisco de otro gato. El origen son bacterias como la pasteurella multocida, bacteroides, prevotella oralis, estreptococos o estafilococos. Cuando el absceso revienta puede salir pus maloliente. El gato mostrará signos de dolor en la zona afectada, caída de pelo, hinchazón, supuración de pus, fiebre y malestar general. A veces es necesario recurrir a la cirugía para limpiar el absceso, que en cualquier caso hay que abrir y drenar al tiempo que se extrae cualquier cuerpo extraño que pudiera haber. Se trata con antibióticos orales o inyectados.
Rinotraqueitis viral.
Lo causa el virus herpes felino 1 y suele atacar a gatitos jóvenes y a los gatos más mayores, ya que sus defensas no son tan fuertes. Causa estornudos, secreciones del ojo y nariz, conjuntivitis, fiebre, pérdida de apetito, depresión, pulmonía. Puede que tu gato esté infectado, pero tenga el virus no activo y por tanto no contagia. El primer episodio, que es el más fuerte, dura de 2 a 3 semanas. No existe cura para este virus.
Otitis.
Es una de las enfermedades más habituales del gato. Sus síntomas son cabeza inclinada, dolor, prurito moderado, mal olor, inflamación y piodermas de superficie. El éxito del tratamiento depende de encontrar la causa primaria y secundaria de la otitis.
Catarata.
Puede afectar a uno o a ambos ojos, ser congénita o aparecer entre los 2 y 4 años de vida del animal. También pueden aparecer a consecuencia de una diabetes o ser cataratas seniles (a partir de 6 años de edad). Se ven a simple vista y solo se solucionan pasando por quirófano.Tener un gato afecta menos al bolsillo que tener un perro