Óscar Muñiz: "Reducir los riesgos en el Agility debe ser objetivo prioritario de todos los sectores implicados"
El Agility es un deporte canino que está en constante evolución y cada día tiene más y más adeptos, aunque es aún muy desconocido para un gran número de personas. Es una enorme demostración de agilidad que no está exenta de riesgos. Buscar reducir la velocidad con la que los perros entran en la pasarela debe ser objetivo de jueces y entrenadores.
Por Óscar MUÑIZ, juez y campeón de Agility
Como disciplina, el Agility también es espectáculo y siempre es sorprendente ver a un binomio perro-persona realizar una pista a toda velocidad y ejecutar a la perfección todos sus obstáculos en el orden establecido por el juez.
Cuando llega la pasarela, uno de los tres obstáculos llamados zonas de contacto porque contiene en su trayectoria zonas diferenciadas de distintos colores en los que obligatoriamente el perro tiene que tocar si no quiere ser penalizado, todos contenemos la respiración cuando el perro la recorre a velocidades increíbles.
Es sin duda el obstáculo más espectacular. ¿Por qué? Por tres aspectos: es un obstáculo en altura; el perro la recorre a gran velocidad; y exige coordinación y equilibrio para correr por un espacio estrecho.
Como todos los deportes en los que el factor tiempo es determinante, en el Agility también se va buscando mejorar cada día las marcas personales de cada uno y, como en toda práctica deportiva, también existen riesgos y accidentes. La velocidad de los perros sobre este obstáculo y la posibilidad de accidentes, generan algunos debates sobre seguridad.
La opinión más generalizada va en la línea de poner el foco en los constructores de los obstáculos para que investiguen y mejoren cada día.
Sin duda estoy de acuerdo con esto y me consta que las principales marcas lo hacen sin descanso, pero desde mi punto de vista y experiencia creo que hay que tener en cuenta más de un aspecto para minimizar los riesgos. Nos obsesionamos con la idea de que es un obstáculo que los constructores tienen que mejorar y no nos damos cuenta de que, si eso ya está sucediendo y los fabricantes han evolucionado, ¿no será que la responsabilidad también recae en nosotros mismos? ¿Somos tan exigentes con esto? ¿Nos preocupamos y preparamos a nuestro perro pensando en ejecutar el obstáculo de la manera correcta?
Pasos a seguir
En mi opinión, para mejorar la seguridad en la pasarela hay cuatro pilares en donde podemos incidir.
1-Diseño de recorridos: jueces y entrenadores.
El Agility ha cambiado mucho en muy pocos años, y creo que el cambio más significativo es la velocidad que desarrollan los perros hoy en día. Se ha evolucionado a un Agility más bonito, con pistas más abiertas donde se deja desarrollar al perro y se ven grandísimos trabajos a gran velocidad. Es por eso por lo que mi primer punto de atención está en los jueces y entrenadores porque son ellos los que diseñan las pistas en las competiciones y en los entrenos.
Uno de los aspectos más importantes en seguridad es saber cómo se mueve el perro, de dónde viene, cómo viene y hacia dónde va, por eso es superimportante que diseñemos ejercicios o recorridos para demostrar las habilidades adquiridas, y aquí es donde los jueces y entrenadores deben poner sus conocimientos para producir movimientos acordes y seguros para los perros. Los incidentes en la pasarela van muy ligados a la velocidad con la que los perros entran en ella, por eso creo que debemos incidir en buscar una reducción de velocidad antes de acometerla.
Esto, contrariamente a lo que se pueda pensar, no quiere decir hacer una agilidad más lenta, solo que seamos conscientes de lo importante y peligroso que es ese punto para minimizar las posibles consecuencias de los incidentes que pudieran surgir en este obstáculo y lograr que el perro pueda entrar seguro y alcanzar su máxima velocidad sin riesgos.
2-Ejecución del recorrido: guías o manejadores.
La otra parte fundamental somos los propios guías/propietarios o manejadores. Todos queremos encontrarnos siempre las mejores cosas allá donde vamos, y es totalmente lícito querer buenos obstáculos, buenos suelos, pero ¿qué cosas están en nuestras manos y son responsabilidad nuestra?
Lo primero que diría está directamente ligado a la competición: si ves algo inadecuado o con un factor de riesgo mayor a lo esperado, no lo hagas, antepón la seguridad de tu perro antes que el éxito que puedas obtener.
Y después una reflexión sobre nosotros y nuestro perro porque una vez que le enseñamos a ejecutar este obstáculo u otros y les pedimos más y más velocidad, ¿nos preocupamos por otros aspectos? Yo creo que no, y hay otros factores externos al obstáculo que inciden en la seguridad de nuestros perros: entrenamientos específicos para que esté en buena forma física, vigilar su peso y mantenerlo sin exceso, potenciar su elasticidad y coordinación, una buena nutrición, controles veterinarios y radiografías para comprobar su estructura, revisiones periódicas al fisio para prevenir problemas físicos… Hoy en día tenemos mucha información y buenos profesionales a nuestro alcance para trabajar todos y cada uno de estos aspectos.
3-Organizaciones reguladoras.
Juegan un gran papel en todo esto porque deben estudiar y comprender hacia dónde evoluciona la agilidad y tienen que dar su toque de coherencia sin limitar la evolución; trabajo difícil, jejejeje.
4-Fabricantes de obstáculos.
Tienen que estar en continua evolución, en búsqueda de la calidad y la mayor seguridad posible para minimizar los riesgos que siempre existirán, pero como decía anteriormente, creo que ellos van más rápido en esta materia que todos nosotros, así que nos queda largo camino de conciencia y trabajo de nuestra parte.
El Agility está creciendo y es imparable, hagamos también entre todos que sea mucho más seguro para nuestros perros.
(Páginas 18 y 19)
Agility: cómo ser el más veloz (Parte I: FASE PREVIA)
Agility: cómo ser el más veloz (II)
