La pérdida de funciones de las razas autóctonas al pasar a mascotas de compañía debe pararse
En España, según la Real Sociedad Canina Española, hay 33 razas autóctonas de perros. Cada una en su territorio ha realizado unas funciones desde su existencia que ahora están en peligro por la deriva animalista actual al pasar casi todas de ellas a mascotas de compañía.
En principio, ser perros hogareños que conviven con una familia no tiene por qué ser negativo, pero la realidad es que muchos de ellos están perdiendo su herencia cultural, sus rasgos funcionales, su diversidad genética e, incluso, su salud. Así lo pone de manifiesto un estudio de zootecnia realizado por la Universidad de Córdoba en colaboración con el Gobierno de Mallorca del que nos hacemos eco en las páginas de LADRIDOS.
El trabajo no deja dudas al afirmar que “los instintos evolutivamente afinados para la toma de decisiones independientes y los movimientos rápidos y ágiles (de estas razas) pueden ser incongruentes con el ambiente restringido de la vida doméstica, precipitando una disminución de su funcionalidad”.
Esto es algo inadmisible en la evolución de nuestros perros, y toca al mundo profesional, a los clubes de raza, a los deportistas de competiciones caninas de altura, a los propietarios de perros de trabajo y a los aficionados evitar que esta deriva lleve a la disminución de sus funciones históricas.
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Las razas autóctonas en peligro: pierden funciones y genética al pasar a mascotas