El ronroneo gatuno estimula las neuronas humanas
Lo sabes. Tu compañero ronronea cuando se siente a gusto. Es su forma gatuna de sonreírle a la vida y de hacerte notar su amor por ti. De ahí que no sea extraño que ponga el motor en marcha cuando lo acaricias, cuando se mete debajo de tus sábanas por la noche o se tumba literalmente encima de ti. También lo hacen los gatitos cuando mamá los amamanta.
Por Almudena NEGRO, especialista de LADRIDOS en felinos
Claro que también, en ocasiones, el ronroneo puede ser señal de que tu gato está estresado, tiene miedo o siente dolor o hambre. Y es que el ronroneo lo tranquiliza y relaja. Al fin y al cabo, este curioso zumbido libera serotonina, la hormona de la felicidad, en su cuerpo. ¿Nunca has visto a una gata ronronear mientras está dando a luz? Lo hace para controlar sus dolores y su propia inseguridad. Los gatitos, por su parte, ronronean para pedir mimos o para llamar al juego a sus hermanos. Pero es que, además, ronronear les ayuda a estimular el crecimiento de sus huesecitos y mejorar su tono muscular. Como las plataformas vibratorias para humanos que hay en los gimnasios.
Por cierto, no se sabe a ciencia cierta cómo consiguen los felinos ronronear. Lo hacen en una frecuencia de entre 20 y 140 Hz por segundo. La teoría más extendida dice que es un efecto de sonido provocado por el rebote de sus cuerdas vocales. Lo que sí se sabe, es que solo los gatos pueden hacerlo tan bien. De hecho, tu compañero ronronea al inspirar y exhalar. Los tigres o guepardos, felinos más grandes, solo lo hacen al exhalar y durante un breve lapso de tiempo.
Los beneficios del ronroneo en humanos
Si las plataformas vibratorias son un buen invento para el ser humano, ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis, ¿cómo no lo va a ser ese zumbido tan tranquilizador de tu gato?
Según un estudio del Instituto de Investigación de la Fauna de Comunicaciones de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), el ronroneo gatuno estimula las neuronas humanas, incrementando los niveles de serotonina y endorfinas.
Mejora la ansiedad y depresión.
De ahí que reduzca el estrés y mejore él y el sueño de las personas. Si sufres de ansiedad, tener un gato te puede ayudar. El catedrático de veterinaria de la Universidad de Bruselas, Joel Dehasse, afirma que los gatos son capaces de deshacerse de energías negativas al tiempo que perciben e identifican las emociones de las personas. También es un buen coadyuvante, debido a la liberación de serotonina que produce en las personas, a la hora de superar procesos depresivos, ya que la ansiedad suele acompañar a dicha enfermedad.
Reduce tu tensión muscular y ayuda a tus huesos
También ayuda a reducir o incluso eliminar la tensión muscular en cuello y tronco. Sobre todo si dicha tensión es consecuencia del estrés.
La medicina ortopédica está incluyendo el ronroneo como terapia para consolidar fracturas y tratar la osteoartritis. El rango de ronroneo de tu gato posee una acción anabólica. La doctora Elizabeth von Muggenthaler, especialista en bioacústica de la Universidad de Carolina del Norte, lo tiene claro: “Las frecuencias entre 20 y 140 Hz favorecen el crecimiento óseo y la curación de fracturas, alivian el dolor, reducen la inflamación, favorecen la cicatrización de heridas, el crecimiento muscular, la reparación de los tendones, mejoran la movilidad de las articulaciones y alivian la disnea pulmonar”. Al fin y al cabo, la frecuencia sonora del ronroneo es la misma que se utiliza en las tecnologías aplicadas para rehabilitar huesos fracturados.
El veterinario francés de Toulouse Jean-Yves Gauchet, autor de Ronronoterapie, ha observado que, sufriendo la misma lesión y cirugía posterior un perro y un gato, los felinos sufren cinco veces menos secuelas que los perros y, además, se recuperan tres veces más rápido.
Por su parte, la NASA también está investigando tratamientos contra la pérdida de masa ósea basados en frecuencias de entre 20 y 100 Hz. Justo en el rango en el que emite tu gato.
Otra enfermedad que puede mejorar son las migrañas o la presión arterial alta. Y es que nuestra presión sanguínea no es la misma todo el día, pudiendo aumentar en función de situaciones estresantes. De ahí que el ronroneo, al relajarnos, ayude a reducir dicha presión.
El ronroneo y el corazón
La Universidad de Minnesota (Estados Unidos), tras monitorizar y seguir durante una década a 4.500 personas de las cuales tres de cada cinco tenían gato, concluyó que los pacientes que han sufrido enfermedades graves del corazón tenían mejor tasa de recuperación y supervivencia si tenían gato en casa y que el riesgo mortal por accidente cardiovascular se reducía en un 30%.
Acaricia a tu gato
Acariciar a tu compañero estimula también la liberación de oxitocina, una hormona implicada en emociones como la confianza, generosidad, empatía o compasión. De ahí que sean una magnífica terapia para la soledad, especialmente entre las personas más mayores o los niños autistas.
(Páginas 34-35)
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