El futuro del mantrailing pasa por FEGMA, pionera del Doble Ciego
Kilómetros, frío, remolques, hostales, pabellones, granizo, transportines, casas rurales, pueblos aislados, prados, camper, urbanizaciones, zonas de asfalto, mastines, ovejas, nieve, vacas, autoridades vigilando, perros cruzando las pistas... todo vale para juntarse medio centenar de guías con sus perros con una voluntad de hierro para compartir rastros de mantrailing, la disciplina de buscar a personas tras oler una prenda del desaparecido. La federación de grupos de mantrailing trabaja sin descanso por aupar y dignifcar esta disciplina que salva vidas. Ahora con un segundo reglamento, primicia mundial, de búsqueda de objetos en doble ciego.
Por Emer IGLESIAS
Los perros de rescate o búsqueda de personas, aquellos que vemos aparecer en cuanto hay un desaparecido, son cada vez más valorados en la sociedad. Pero, ¿están realmente preparados? Solo hay que echar un vistazo y comprobar quién es realmente profesional y quién se dedica a pasearse por las redes sociales con su perro dando saltos en el campo que rodea su casa.
Vamos por partes. Los buenos rastreadores, los profesionales que trabajan noche y día por mejorar la capacidad de sus perros, son los que realmente dan las pautas correctas de esta disciplina. Se acuestan después de haber hecho un último rastro con uno de sus compañeros caninos y se levantan pensando ya en prepararlo y llevarlo a hacer lo que es su propia naturaleza y le hace más feliz: olfatear.
Quizás por eso se olvidan de las redes sociales, de los me gusta, de los dichosos likes, de todo eso que parece que si no tienes no existes.
Hay que rebuscar para encontrarlos, con la seguridad de que debajo, detrás, siempre estará el trabajo bien hecho. ¿Y qué es un trabajo bien hecho? Simplemente un perro muy entrenado y preparado que es capaz de buscar a una persona desaparecida por olor de referencia sin distraerse, sin despistarse, sin dejar su objetivo ni un segundo atrás.
Para ello hay que formarse, hay que trabajar a diario con los cachorros y no tan cachorros, sacar la naturaleza del perro a borbotones, dejarlo actuar sin guiarlo ni orientarlo, siempre en doble ciego, hacer rastros más antiguos o más largos de manera gradual.Referente nacional y mundial
Los integrantes de FEGMA, la federación de grupos de mantrailing, saben perfectamente que o hay un buen trabajo diario o esto no tiene futuro. Y su empeño en trabajo, trabajo, trabajo, los ha convertido en un referente nacional y mundial en el mundo del mantrailing, cómo expresó su presidente, Louis Philip Baglietto, en la III Asamblea celebrada en marzo de este año en Abades, Segovia.
Los miembros de esta federación no son grupos deportivos que practican la disciplina para divertirse o competir entre ellos, son integrantes que solo se preocupan por mejorar sus perros para estar preparados para cualquier búsqueda real y salvar vidas. Hay niveles, sí, pero a través de pruebas individuales para testar a los perros y comprobar hasta dónde son capaces de llegar.
Según los datos ofrecidos por Baglietto en la Asamblea, llevan un total 429 pruebas de nivel a diferentes perros, de las que 151 corresponden a las del último año, con un porcentaje de aprobados del 58%, un 8% por ciento menos que el año anterior, lo que da idea del nivel de exigencia, aquí no se regala nada.
El sino de nuestros tiempos es que casi antes de que una persona desaparezca ya están escribiendo grupos y grupúsculos, algunos incluso de solo una persona, que han sido activados para la búsqueda. Es su orgullo dejarse ver por las redes sociales, mostrar que están ahí, pero nada sabemos de cómo están formados esos canes. En realidad a veces sí lo sabemos, es la verdadera pena, descubrir vídeos en los que un “guía canino” con un uniforme lleno de rótulos que busca que se lo subvencionen una y otra vez porque ha ido a lugares de derrumbes en los que no hizo más que entorpecer, solo muestra a su perra o perro corriendo con órdenes de busca, que el animal no sabe ni qué quiere que haga.
Y ahora búsqueda de objetos en Doble Ciego.
El instructor de la Federación Española de Grupos de Mantrailing FEGMA, Miguel Carbajal, es uno de los mayores defensores a nivel internacional del protocolo de evaluación en Doble Ciego para los perros de rastreo por olor de referencia. Allí lo instauró y marca la diferencia con cualquier otro sistema.
Es un protocolo que define como lo más natural para el perro y que consiste en que ni perro ni guía conocen antes de salir a rastrear la dirección del trazador, ni la distancia, ni los cruces que hizo ni nada de nada. El propio perro decide su recorrido. “Este tipo de evaluación supone un avance cualitativo muy importante en cuanto a las pruebas de nivel. El papel de los jueces es meramente testimonial. De esta manera la evaluación es totalmente objetiva, al basar los resultados en los hallazgos llevados a cabo por el perro, con independencia de su técnica de ejecución”, matiza.
Pero FEGMA ha dado un paso más y ahora cuenta con un segundo reglamento, el primero en el mundo de búsqueda de objetos sobre una pista en doble ciego. “La filosofía de esta disciplina es poder contar con perros que busquen objetos, sobre el trazado de un caminante, cuyo olor de referencia será tomado al inicio de la pista, basado exclusivamente en su instinto y no en la ejecución técnica. De esta manera podremos llevar a cabo entrenamientos de búsqueda de personas por olor de referencia o de objetos relacionados con una persona en particular sin mermar el potencial de los perros de búsqueda de personas -obviamente con los condicionamientos que debemos entrenar con nuestros perros, para que sepan en todo momento qué tipo de búsqueda van a realizar”, añade Carbajal.
Este nuevo reglamento es un cambio radical sobre cualquiera que existe hasta ahora. “Pasamos de rastrear con un perro sobre una pista conocida a rastrear a ciegas. Un ciego simple no es válido para para medir el verdadero potencial de un perro rastreador, no es más que un autoengaño”, asevera el instructor de Fegma.
Un perro puede ser entrenado en las dos disciplinas, pero “no podemos entrenar un perro exclusivamente en búsqueda de objetos si nuestra finalidad es buscar personas”, concluye Carbajal.
(Páginas 8 y 9)
Mantrailing: el arte de buscar (y encontrar) a una persona
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