Qué ofrece la esterilización a cada raza
La esterilización, sobre todo la temprana, en los perros no afecta por igual a todas las razas. Un estudio de la Universidad de California ha seguido durante quince años la evolución del comportamiento de los canes ante enfermedades de ejemplares castrados frente a intactos separados por razas. Estas son las conclusiones ante enfermedades como problemas articulares o diferentes cánceres.
Beagle
Solo el 2 por ciento de los varones intactos fueron diagnosticados con uno o más trastornos de las articulaciones, pero la esterilización entre los 6 y 11 meses aumentaron los trastornos de las articulaciones de 7 a 15 por ciento, frente a las hembras que no tuvieron un trastorno articular. Ninguno de los beagles sin operar, macho o hembra, fue diagnosticado con cáncer, pero tampoco hubo un aumento evidente en los castrados. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama y en el 2%, piometra.
Border collie
Entre el 2 y el 3 por ciento de los machos y hembras intactos fueron diagnosticados con trastornos de las articulaciones, mientras que los esterilizados no lo sufrieron. El cáncer ha aparecido en el 2% de los machos sin operar, y ha aumentado hasta el 13% en los castrados entre los 6 y 11 meses, mientras que las hembras sin esterilizar no sufrieron cáncer, pero subió al 11 por ciento en las operadas antes de los 11 meses. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 4% piometra.
Boston terrier
Ninguno de los machos o hembras castrados o intactos fue diagnosticado con problemas articulares. En el caso de cáncer, el 5 por ciento de los machos intactos lo sufrió, así como el 10 por ciento de los castrados a los 6 meses, y el 12 por ciento de los operados entre los 6 y 11 meses. En cuando a las hembras, lo sufrió el 2 por ciento de las intactas porcentaje igual en las esterilizadas. En las perras sin operar el 2% tuvo cáncer de mama y 7% piometra.
Boxer
Los no esterilizados tuvieron solo un 2 por ciento de casos de trastornos articulares, y los castrados no mostraron un aumento aparente en esta medida. En cuanto a los castrados, la aparición de cánceres en machos fue del 17 por ciento, y en las hembras, del 11 por ciento. Castrar a los machos antes de los 2 años aumentó significativamente el riesgo de cáncer en comparación con los machos intactos al 32 por ciento. El mismo patrón siguen las hembras esterilizadas con hasta un 20 por ciento con cánceres con la esterilización realizada antes de los 2 años. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero si piometra en el 2%.
Boyero de Berna
El porcentaje de machos intactos con trastorno articular fue del 4%, problemas que su multiplicaron por 6 en los castrados antes de los dos años. En hembras fue del 11% y se multiplicó en las operadas antes de los seis meses. La aparición de cáncer fue del 9% para los ejemplares no esterilizados. No hubo un aumento evidente en el riesgo de cáncer en los machos relacionado con la castración, pero en las hembras la esterilización a los 6 meses se asoció con un aumento del doble por encima del de las intactas. La piometra apareció en el 5% de las perras sin operar.
Bulldog
La aparición de trastornos articulares en machos intactos fue del 7 por ciento y del 5 por ciento en hembras intactas. La castración antes de los 6 meses elevó la incidencia al 15 por ciento para los machos y al 18 por ciento para las hembras. Los cánceres aparecieron entre el 6 y el 7 por ciento en machos y hembras intactos. No hubo aumentos significativos por encima de esto con la esterilización. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 2% piometra.
Caniche toy
En los machos intactos, el 4 por ciento tenía uno o más trastornos de las articulaciones y en las hembras intactas no se produjo ningún trastorno de las articulaciones. En machos y hembras castrados, no hubo un aumento evidente del riesgo de un trastorno articular. Hubo un 2 por ciento de casos de cáncer en machos intactos y ninguno en hembras intactas. En machos y hembras castrados, no hubo casos de cánceres dignos de mención. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y ninguna piometra.
Caniche, estándar
Hubo una incidencia del 2 por ciento de trastornos articulares tanto en machos como en hembras intactos. En los machos castrados antes de los 6 meses, hubo un aumento no significativo al 8 por ciento, y en las hembras esterilizadas no hubo aparición de trastornos articulares. Las apariciones de cánceres en machos y hembras intactos fueron 4 y 2 por ciento, respectivamente. En los machos castrados al año de edad, la aparición de uno o más cánceres aumentó a un significativo 27 por ciento. En las perras sin operar el 4% tuvo cáncer de mama y 2% piometra.
Caniche, miniatura
No hubo ningún trastorno de las articulaciones en machos o hembras intactos. Sin embargo, en los machos castrados a los 6-11 meses, hubo una incidencia significativa del 9 por ciento de trastornos articulares. En las hembras esterilizadas, no hubo ningún trastorno articular. En machos y hembras intactos, hubo un 5 y un cero por ciento de ocurrencia de cánceres, respectivamente. No hubo indicios de un aumento de la incidencia de cáncer relacionado con la castración en ninguno de los dos sexos. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero el 6% desarrolló piometra.
Cavalier king charles spaniel
Los problemas auriculares aparecieron en el 4% de los perros sin operar y en 1% de las perras intactas, sin que en ningún caso la esterilización aumentase estos porcentajes. En cuanto a la incidencia de cáncer, un 2% de los machos de esta raza los sufrieron cuando estaba sin esterilizar frente a las hembras que ninguna se vio afectada. La castración no aumentó estos valores. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama y en el 2%, piometra.
Collie
El 7% de los machos sin operar presentaron problemas articulares, frente a ninguno de los castrados. Tampoco las hembras, ya sea enteras u operadas. El cáncer tampoco atacó a las perras sin esterilizar, pero sí afectó en un 40% a las que se operaron antes de los seis meses. En las perras sin operar el 4% tuvo cáncer de mama y el 16% piometra.
Cocker spaniel
Los problemas articulares aparecieron entre el 1 y el 3% de los perros intactos. Cifra que se disparó al 11% en los machos castrados antes de los seis meses, pero no tuvo incidencia en las perras esterilizadas. En cuanto al cáncer, lo sufrieron el 6% de machos intactos sin aumentar en los que fueron castrados. En las perras sin operar el cáncer de mama tuvo una incidencia del 11% y la piometra un 5%.
Corgi, pembroke y cardigan
Esta es una de las razas donde los trastornos del disco intervertebral son una preocupación, afectando a un 3% de los machos y a un 8% de las hembras. Si son castrados antes de los 6 meses, este riego aumenta al 18% en perros sin que afecte a las perras. El cáncer también afecta más a las perras que a los perros, un 6% frente a un 5% respectivamente. En los castrados no hubo incidencia ni en machos ni en hembras. En las perras sin operar el 8% tuvo cáncer de mama y 0% piometra.
Chihuahua
Ningún perro de esta pequeña raza objeto del estudio sufrió problemas en sus articulaciones. En cuanto a algún tipo de cáncer afectó al 5%, independientemente de su sexo o de su condición. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 2% piometra y ninguna de las esterilizadas presentó incontinencia urinaria.
Dóberman
Los problemas auriculares afectaron al 2% de machos sin operar y a ninguna hembra, pero las esterilizadas antes de los 11 meses sí que lo sufrieron, aunque sin mucha incidencia. La ocurrencia de uno o más de los cánceres seguidos tanto para machos intactos como para hembras intactas fue del 2 por ciento. En los machos castrados en los períodos de 1 año y 2 a 8 años, hubo un aumento no significativo en la ocurrencia de cánceres al 6 por ciento y 13 por ciento, respectivamente. Para las hembras, no hubo un aumento notable de cánceres con la esterilización en ningún momento. En las perras sin operar el 2% tuvo cáncer de mama y 7% piometra.
Golden retriever
En machos y hembras intactos, el nivel de aparición de uno o más trastornos articulares fue del 5 por ciento y del 4 por ciento, respectivamente. La castración de machos con menos de 6 meses o entre los 6–11 meses se asoció con riesgos de 25 por ciento y 11 por ciento, respectivamente. En las hembras, la esterilización a los 6 meses y a los 6–11 mese se asoció con riesgos de 18 por ciento y 11 por ciento. La ocurrencia de uno o más de los cánceres seguidos en machos intactos fue un alto 15 por ciento y para hembras intactas 5 por ciento. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 4% piometra.
Gran danés
Esta es una raza gigante en la que uno podría esperar un alto riesgo de trastornos articulares. Sin embargo, tanto los machos como las hembras intactos tienen niveles bajos de trastornos articulares, solo el 1 y el 2 por ciento, respectivamente y no hubo un aumento evidente en esta medida con la esterilización. La aparición de cánceres en machos intactos fue del 6 por ciento y para las hembras intactas, del 3 por ciento. No hubo un aumento evidente en esta medida de cánceres con la esterilización en ninguno de los dos sexos. En las perras sin operar el 2% tuvo cáncer de mama y 6% piometra.
Jack russell terrier
Como en otros perros pequeños, los trastornos articulares son raros; ninguno de los machos intactos y solo el 2% de las hembras intactas tuvieron trastornos de las articulaciones. La esterilización no se asoció con ningún aumento de esta medida en ninguno de los sexos. En los machos intactos, el 3 por ciento, y en las hembras intactas ninguna tuvo uno o más de los cánceres. No hubo un aumento evidente en la incidencia de cáncer en ninguno de los sexos con la esterilización a ninguna edad. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y piometra.
Labrador retriever
Trastornos de las articulaciones en el 6 por ciento de los machos y las hembras intactos. Esta medida se incrementó significativamente al 13 por ciento para los machos castrados antes de los 6 meses. En hembras esterilizadas <6 meses y de 6 a 11 meses, el riesgo de un trastorno articular fue del 11 al 12 por ciento para cada período. La aparición de cánceres fue del 8 por ciento y el 6 por ciento, respectivamente, para machos y hembras intactos. La esterilización en las distintas edades no se asoció con ningún aumento o disminución evidente del riesgo de cánceres. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 2% piometra.
Lobero irlandés
El 7 por ciento de los machos intactos y ninguna de las hembras intactas tenían un trastorno articular. Sin embargo no se observaron trastornos articulares en machos o hembras castrados. Con machos y hembras intactos, la incidencia de uno o más cánceres fue del 8 por ciento y del 21 por ciento, respectivamente. Y en cuanto a los ejemplares castrados, la existencia de cáncer fue algo menor. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero sin embargo el 5 or ciento sufrió piometra.
Maltés
Para los malteses de ambos sexos, no se produjeron trastornos articulares ni en los que quedaron intactos o castrados. Prácticamente el mismo cuadro surge con los cánceres. Las perras sin operar no sufrieron ni cáncer de mama ni piometra.
Pastor alemán
En machos y hembras que se dejaron intactos, la aparición de uno o más trastornos articulares fue del 6 y el 5 por ciento, respectivamente. La aparición de uno o más de los cánceres seguidos para machos y hembras intactos fue del 3 por ciento y el 2 por ciento, respectivamente. La esterilización en las distintas edades no se asoció con ningún aumento apreciable del riesgo de cánceres. En las perras sin operar el 5% tuvo cáncer de mama y 3% piometra.
Pastor de Shetland
No hubo trastornos articulares en los machos intactos y solo uno en las hembras intactas. En los machos castrados, el único trastorno articular fue en uno de los machos castrados antes de los 6 meses y en las hembras no hubo ningún trastorno articular asociado con la esterilización. La ocurrencia de cánceres en machos intactos fue del 6 por ciento y en hembras intactas, cero. No hubo aumentos evidentes de cánceres en machos o hembras castrados. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero el 14% desarrolló piometra.
Pastor ganadero australiano
En los perros no operados, el 5% de machos y el 2% de hembras sufrieron trastornos de las articulaciones. La esterilización de machos no se asoció con mayor riesgo de problema articular, pero hubo una asociación con la esterilización de hembras antes de los 6 meses, donde el riesgo aumentó al 15 por ciento. La incidencia de cánceres fue baja para machos y hembras sin esterilizar y no hubo casos evidentes de cánceres en perros castrados a distintas edades. La piometra afectó al 4% de las perras sin operar.
Pastor ovejero australiano
Al 3 por ciento de los machos y al 4 por ciento de las hembras sin esterilizar se les diagnosticó problemas en las articulaciones, frente a los ejemplares castrados de ambos sexos a los que no se asoció con ninguna dolencia de este tipo. En cuanto al cáncer, afectó al 9 por ciento para los machos intactos y, en contraste, solo al uno por ciento para las hembras intactas. La esterilización de machos no pareció estar asociada con un aumento general del riesgo de cáncer por encima del nivel bastante alto de machos intactos. La ocurrencia de cáncer en hembras intactas fue cero, pero fue del 8 por ciento en las hembras esterilizadas de forma temprana. La piometra apareció en el 5% de las perras sin operar.
Pomerania
Tanto los machos como las hembras no presentaron trastornos de las articulaciones ni en los intactos ni en los castrados. Con respecto a los cánceres, tanto para los machos como para las hembras que se dejaron intactos, la aparición de cánceres fue cero al igual que en los esterilizados en ninguno de los sexos. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 7% piometra.
Pug
En machos y hembras intactos, las ocurrencias de trastornos articulares fueron cero y 2 por ciento, respectivamente. En machos y hembras castrados, no hubo un aumento evidente de la aparición de trastornos articulares. El nivel de aparición de uno o más cánceres en machos intactos fue del 6 por ciento y en hembras intactas, del 8 por ciento. La castración de machos y hembras no produjo un aumento evidente del riesgo de cáncer. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero el 5% desarrolló piometra.
Rottweiler
Los trastornos de las articulaciones son una preocupación importante en esta raza, ya que el 8 por ciento de los machos intactos y el 16 por ciento de las hembras intactas tienen uno o más trastornos de las articulaciones. Los cánceres seguidos ocurrieron en machos y hembras intactos en 16 y 11 por ciento, respectivamente. Estos casos relativamente altos de cánceres en machos y hembras intactos no aumentaron con la castración a ninguna edad. En las perras sin operar el 8% tuvo cáncer de mama y 12% piometra.
San Bernardo
En machos y hembras intactos, la aparición de uno o más trastornos articulares fue del 8 por ciento y el 6 por ciento, respectivamente. Si bien no hubo un aumento evidente en los trastornos de las articulaciones con los machos castrados, en las hembras esterilizadas a los 6 meses, los trastornos de las articulaciones aumentaron a un 100 por ciento significativo. Los cánceres seguidos ocurrieron en machos y hembras intactos en 4 y 11 por ciento, respectivamente. Con la esterilización de machos y hembras, no hubo aumentos notables en los cánceres. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero el 15% desarrolló piometra.
Schnauzer miniatura
Prácticamente no hubo ningún trastorno de las articulaciones en machos o hembras que se dejaran intactos o castrados. La incidencia de cánceres en machos intactos fue del 4 por ciento y en las hembras, del cero por ciento. En los esterilizados no hubo afectación. En las perras sin operar no se detectó cáncer de mama pero sí piometra en un 4%.
Shih tzu
No hubo casos de trastornos articulares en machos y hembras intactos o castrados, lo que revela prácticamente ninguna vulnerabilidad a este respecto. No hubo aparición de los cánceres seguidos en machos y hembras intactos. En los machos castrados no hubo casos de cáncer. Sin embargo, en las hembras, la aparición de cánceres en las esterilizadas entre los 6 y los 11 meses fue del 7 por ciento y al año esta medida alcanzó un significativo 18 por ciento. En las perras sin operar el 3% tuvo cáncer de mama y 5% piometra.
Springer spaniel inglés
En machos y hembras que se dejaron intactos, la aparición de uno o más trastornos articulares fue del 5 y el 8 por ciento, respectivamente. Entre los machos y hembras castrados a distintas edades, no hubo aumentos notables en los trastornos articulares. Los cánceres seguidos ocurrieron en machos y hembras intactos a un nivel del 6 por ciento, y la esterilización a cualquier edad no se asoció con ningún aumento evidente en esta medida en ninguno de los sexos. En las perras sin operar el 6% tuvo cáncer de mama y 0% piometra.
Teckel
Los problemas articulares están ausentes en todos, pero el trastorno del disco intervertebral es la pesadilla de esta raza siendo diagnosticados el 53% de los machos y el 38% de las hembras, sin apenas diferencias entre castrados y no operados. El cáncer tampoco parece afectar a esta raza, siendo la incidencia más baja del uno por ciento. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 4% piometra.
Westie
No se informaron trastornos articulares en hembras ni en machos operados o no operados. Ninguno de los machos o hembras intactos tuvo ninguno de los cánceres seguidos. No hubo casos notables de cánceres en machos o hembras castrados. En las perras sin operar no hubo cáncer de mama pero el 7% desarrolló piometra.
Yorkshire terrier
No se informaron trastornos de las articulaciones en machos intactos, y en hembras intactas, solo el 1 por ciento. En machos y hembras castrados no hubo casos notables de trastornos articulares. En machos y hembras intactas, solo el 1 por ciento se informó con al menos uno de los cánceres seguidos. Tanto en machos como en hembras castrados, ninguno de los casos de cáncer fue digno de mención. En las perras sin operar el 1% tuvo cáncer de mama y 7% piometra.