Un banco de olor humano guarda gasas impregnadas del olor de más de 1.600 personas en Burgos
El proyecto lo puso en marcha en 2016 la unidad canina Ucas de Arrate, ubicada en el pequeño pueblo burgalés de Cubo de Bureba. Sus dos integrantes, Valeriano de la Calle y Judith Rasines, hablan con pasión de sus perros, de las búsquedas que realizan, una media de diez al año, y de su proyecto de banco de olor humano, en el que ya tienen gasas impregnadas con el olor de alrededor de 1.600 personas. “Cada minuto que pasa es vida”, es su lema. Por el momento solo han tenido que usar una de estas prendas. Ucas de Arrate lo califica como el primer banco de olor humano de España, incluso de Europa, que nace con el objetivo preventivo de actuar mucho más rápido en caso de tener que buscar a una persona desaparecida
Por Emer IGLESIAS
La Unidad Canina Ucas de Arrate lleva desde 2011 en marcha y ocho años en este municipio burgalés de apenas 100 habitantes censados, aunque en invierno no llegan a los 40. Valeriano y Judith junto a sus ocho perros son dos de ellos.
Valeriano fue el impulsor cuyos perros trabajan por mantrailing, un método de búsqueda de personas en el que el animal tras oler alguna prenda del desaparecido rastrea el posible recorrido del individuo.
“Nosotros trabajamos siempre cuando nos activa una familia, sea donde sea vamos con nuestros perros y vemos qué podemos hacer”, señala Valeriano a LADRIDOS, quien matiza que optaron por el mantrailing porque “tras constituirse la UME, la Unidad Militar de Emergencias del Ejército, que rescata en desastres, pensamos que nuestro hueco estaría en el rastreo y abandoné el venteo”.
Su vida en Cubo está muy pautada. A primera hora de la mañana dan de comer alimentación natural a cada uno de sus ocho perros en sus respectivas jaulas y los sacan a una zona común de su jardín donde juegan todos juntos. Ellos marchan a trabajar y a la vuelta es la hora de las salidas largas y los entrenamientos de los perros operativos para búsqueda y rescate, cuatro ejemplares de san Huberto, bloodhound, una de las razas con el olfato más agudo. Lola es la madre de Nodín, Ténessi y Uma, provenientes de una amplia camada que tuvieron durante la pandemia. “Era una época mala para repartir perros, por lo que nos quedamos con varios”, indica Judith.
“Nuestro objetivo es claro: entrenar perros para localizar a personas desaparecidas”, matiza Valeriano. Pero Ucas de Arrate decidió ir un paso más allá y siguiendo la filosofía de su lema “cada minuto es vida”, comenzaron en 2016 el proyecto de crear el banco de olor humano.
El proceso que realizan ante un desaparecido comienza cuando una familia los contacta. “Nosotros vamos porque nos llama algún familiar del desaparecido, lo primero es coger alguna prenda de olor que esté lo menos contaminada posible. Comenzamos la búsqueda desde cero en la puerta de la casa, no solemos ir al puesto de coordinación creado porque generalmente es una pérdida de tiempo, cada minuto es vida, te la estás jugando mucho, hay que actuar con la máxima rapidez posible”, insiste Valeriano de la Calle.
Precisamente por este motivo, para comenzar cuanto antes la búsqueda y tener la certeza de que el olor que le muestran al perro es el correcto sin ningún tipo de contaminación, decidieron en 2016 crear un banco de olor humano. “Se trata de un archivo de olor, un almacén, para en el caso de que alguien se pierda poder salir inmediatamente”, relata Judith.
Ayuntamientos
Para crear el banco lo primero que hacen, en colaboración con los ayuntamientos, es dar una charla, luego impregnan una gasa estéril con la persona que quiera hacerlo y la guardan en un bote de muestras que se almacenan en neveras portátiles con una numeración. Cada muestra va junto a una autorización firmada por la persona y con los datos de sus familiares y se archiva en el ordenador.
“Por ahora tenemos unos 1.600 de muchos pueblos de Castilla y León, es muy importante que las familias sepan que existe este banco de olor y que los datos de alguien de su familia estén en él”, reseñan los dos responsables de Ucas. “En el momento que haya una desaparición, adelantamos tiempo, no tenemos que ir en busca de algo que no haya tocado nadie, que además no es fácil”.
Su objetivo ahora sería ampliar el banco con muestras de olor de personas, por ejemplo, integradas en asociaciones de enfermos de alzhéimer, o en residencias de ancianos, pero no es fácil. “Hemos tenido contactos con varias, pero dicen que les supone un coste, aunque nosotros ponemos el material. Por su parte, el particular que quiera incluir su olor en este banco solo tiene que venir hasta aquí y ya nosotros hacemos todo. Hemos comprobado que el olor se mantiene, al cabo de seis años el perro encontró a una niña o a un voluntario, por ejemplo”.
Huesos humanos
Ucas de Arrate está ahora con otro proyecto entre manos: entrenar perros para descubrir restos humanos. En colaboración con un antropólogo de la Universidad de Burgos, lo sabuesos Nodín, Uma y Ténessis han comenzado su formación. “La ventaja de buscar huesos es que se puede ir cuando quieras, no hace falta que te active nadie. En España hay 14.000 familias que tienen desaparecidos, ahí hay mucho que hacer, un perro es capaz de descubrir un diente a 20 metros bajo tierra”, indican. El problema para culminar este trabajo es que necesitan huesos humanos de verdad y les solicitan 1.600 euros por cederles huesos, “una cantidad desorbitada, cuando es para hacer un trabajo voluntario”, se quejan. Por el momento han realizado ya el marcaje en botes para que los tres sabuesos diferencien el olor.
(Páginas 6 y 7)
Mantrailing: el arte de buscar (y encontrar) a una persona
25 perros demuestran su habilidad en mantrailing