Un animal tranquilo que busca estar con su dueño, así es el schnauzer gigante
Raza de perros de trabajo, especializados en guarda de propiedades, se caracteriza por su imponente aspecto físico, su barba y cejas emblemáticas, pelo duro y que no se cae y por ser tremendamente protectores de la familia. Además, son tranquilos y y tienen gran facilidad de adiestramiento. Los schnauzer gigantes también realizan actividades deportivas, como el mondioring o el rastro y se adaptan a cualquier tipo de propietario.
Por Miguel PELE
El schnauzer gigante es un perro de trabajo que se sigue usando como guardián, si bien hay muchos que han derivado en perros de belleza o también de compañía, incluso algunos se adentran en el terreno deportivo como el mondioring.
Con el afijo Ferruxo cans Mercedes Monteagudo es una de las escasas criadoras que posee esta potente raza, porque entre los ejemplares reproductores que tiene alcanzan 50 kg Conde, el macho y 42 Meiga, la hembra.
Con una altura a la cruz de 60 a 70 cm y una planta cuadrada da un aspecto de perro poderoso, con su característica barba y cejas muy pobladas.
En total tiene dos machos y cinco hembras. Estas comienzan su etapa reproductora a los tres años, con una camada anual y a los siete son esterilizadas y siguen vida rutinaria en la casa. En su vida tienen de cuatro a cinco camadas, con 10 o 12 cachorros e incluso hasta 16.
Un aspecto resaltable de esta raza es su pelo. Como todos los de la familia pinscher se trata de pelo duro, algo que también agradecen aquellos posibles compradores que padezcan alguna alergia. Estos gigantes no pierden pelo, sino que hay que arrancárselo cada dos o tres meses con unas cuchillas especiales. “Algunos de mis perros los han comprado personas con alergia y ellos dicen que con los schnauzer no sufren esta enfermedad como con otras razas”, aclara Mercedes.
A pesar de estos datos de animal grande “es un perro tranquilo, que no necesita gran actividad y siempre busca estar al lado de su dueño, de un único dueño, apegadísimo a él, no necesita otros perros, es muy familiar, cariñoso y con un gran instinto superprotector, tanto con los niños como con los adultos. Es noble y sumamente fácil de adiestrar”, relata Fernando Sabarís, tesorero del club español del schnauzer miniatura a LADRIDOS.
La socialización
En unas instalaciones de carácter familiar que tuvimos la oportunidad de visitar, reciben desde muy pequeños todo tipo de socialización. “Están acostumbrados a relacionarse con otros perros, conviven con varias personas y se les habitúa a los diferentes ruidos, les colocan una radio, dan golpes a su lado mientras están comiendo... todo ello para que no tengan ningún miedo a lo que posteriormente encontrarán en su vida posterior.
Con los más grandes, como tienen cerca un bosque, también los sacan en pequeños grupos para que tomen contacto con la naturaleza y se familiaricen con otros ambientes. “Si vas con un gigante de noche por el bosque te da una seguridad impresionante”.
Con los compradores mantienen una larga charla para saber en qué condiciones vivirá el cachorro y les asesoran sobre cuál de los ejemplares se adapta mejor a sus características. “No dejamos que escojan el perro que quieren, sino el que mejor les va a ir”, aclara Mercedes.
Ambas partes firman un contrato de compraventa en el que se especifican los datos del cachorro y se les da por escrito una garantía por un año. Se entregan desparasitados, con microchip, vacunas y su correspondiente pedigrí. Además, se les hace una última analítica “para nuestra tranquilidad de que el cachorro está en perfecto estado”.
Durante ese tiempo les hacen un seguimiento y responden a todas las posibles dudas que les puedan surgir, como posibles diarreas por cambio de pienso o que haya comido algo fuera de casa.
La salud
Como todo perro de trabajo suele gozar de una buena salud. Y es así desde su inicio porque “se les realizan pruebas de ADN, con un kit de las seis enfermedades que puedan sufrir los gigantes para comprobar que están exentos de todas ellas”.
A partir de ahí, con padres sanos y con conocimiento de sus orígenes los descendientes van a llevar una vida sin enfermedades congénitas o hereditarias y su salud siempre dependerá del trato que reciban por parte de sus dueños. Con una alimentación correcta y con las vacunas que les corresponda por su edad, las visitas al veterinario van a ser las justas.
“Se trata de una raza sana, muy dura, podríamos decir que es un todoterreno, que aguanta el dolor y que no necesita cuidados especiales”, aclara Sabarís.
Con todos estos prerrequisitos un gigante suele tener unas expectativas de vida de 12 a 13 años con un nivel de actividad y de salud que no desciende con los años. Lo consideran apto para todas las familias, porque la denominan la raza que lo tiene todo.
También miniatura
Además de los schnauzer gigantes también cría miniatura, con el mismo cariño y dedicación. De estos tiene coloraciones de pelo diferentes, desde el negro, el sal y pimienta y el blanco.
Con un carácter más vivaracho y nervioso, los miniaturas suelen ser perros muy buscados como animales de compañía.
Los datos
50 kg pesa un macho adulto
12-13 años puede vivir
10-16 cachorros por camada
(Páginas 16 y 17)
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