Los lobos serán controlados cinegéticamente para que no ataquen al ganado y a los mastines
Las enmiendas a la Ley sobre Desperdicio Alimentario ha reabierto un conflicto cerrado hace cuatro años: se rebaja la protección estatal del cánido y se apuesta por la caza como herramienta de gestión de la especie. El objetivo: garantizar su conservación y su coexistencia con la ganadería. España, siguiendo a Europa, ha levantado el nivel de protección hacia este cánido, que se podrá controlar cinegéticamente en el norte del Duero
Por M. ARAMBARRI
Mientras que ecologistas y organizaciones en defensa de este animal han levantado sus voces contra esta medida, cazadores y ganaderos la aplauden.
El lobo ibérico es una especie protegida en toda España desde el 22 de septiembre de 2021, momento en que entró en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Así dejó de ser cinegética al norte del Duero; por eso, su caza deportiva está prohibida en todo el país, hasta ahora.
Una vez que el Congreso sacó adelante la Ley con las enmiendas de varios grupos políticos, el lobo queda excluido del listado, lo que significa que a corto plazo ya será posible cazarlo en dicho territorio.
Peo no será fácil, siempre será un control cinegético totalmente regulado, es decir, se necesitarán permisos y autorizaciones específicas.
Por otra parte tampoco será un proceso rápido. Una vez aprobada la enmienda en la Cámara Baja, el cambio en la gestión de la especie entrará en vigor próximamente, una vez que la norma sea publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Posteriormente, deberán ser las comunidades autónomas las que incluyan en las ordenes de vedas los distintos planes de gestión de la especie.
Pero el cambio legislativo no solo afectará al Norte del Duero. Otra enmienda permitirá que esta medida se extienda al Sur del Duero, una vez que la Comisión Europea modifique su directiva Hábitat por la que se rebajará el nivel de protección de este cánido en Europa lo que abrirá la puerta a su caza también las zonas más sureñas.
Organizaciones como WWF han alzado sus protestas al conocer la nueva legislación aprobada en el Congreso. “El lobo vuelve a estar perseguido, gracias a una artimaña legislativa se le ha sacado del listado y volverá a ser cazado como trofeo” bajo el paraguas de los controles poblaciones que dicten las comunidades autónomas. Para WWF esta enmienda “sienta un gravísimo precedente para la protección de la naturaleza” al modificar el estatus legal de una especie “de manera arbitraria y sin participación pública”, a través de una disposición adicional en una ley que "nada tiene que ver con la conservación de la naturaleza”.
Desde la Real Federación Española de Caza se valora positivamente esta medida: “que pondrá fin a un conflicto que, generado por la expansión poblacional del lobo, estaba llevando al límite a la ganadería extensiva, y que empezaba a tener notoria incidencia sobre la caza, debido a los ataques recurrentes sobre perros de caza”.
El presidente federativo, Josep Escandell ha destacado que “la caza se perfila como la herramienta óptima de control de la especie, por lo que la autorización de determinados cupos de captura garantizará su viabilidad y conservación, además de suponer un impulso económico, social y tradicional decisivo, directo e indirecto, sobre el sector primario y el medio rural”.
Desde el partido animalista Pacma llaman a la movilización en defensa del lobo ibérico y recuerdan que la población de este cánido está estancada desde hace una década en España, con una evolución que ronda solo un 1% anual, según los datos facilitados por las comunidades autónomas.
Por su parte la Fundación Artemisan aplaude que España siga la línea marcada por la UE y apueste por permitir el control del lobo en el Norte del Duero.
“Es un acierto bajar el nivel de protección en vista del aumento de poblaciones y de daños ocasionados a la ganadería”.
Según el informe sobre el lobo ibérico realizado por esta fundación hace poco más de un año, la población de este animal aumentó en España un 26% desde el año 2014, último año en el que se realizó un censo nacional de la especie. Cifrando en la actualidad en unos 2.800 los ejemplares existentes en el país, se puede hablar de la presencia de unas 400 manadas compartidas entre comunidades autónomas y unas 380 exclusivas. La mayor parte de lobos se concentra en las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, consolidando su presencia en territorios como Madrid, La Rioja y Castilla-La Mancha, y detectándose con frecuencia en Aragón, Extremadura y Cataluña, aunque no se han confirmado grupos reproductores en estas últimas.
22 ataques diarios
Según los datos recogidos en el informe y aportados por las distintas comunidades autónomas, se producen más de 8.000 ataques a ganado extensivo al año, unos 22 ataques diarios, con 10.000 cabezas predadas, unas 27 al día, lo que supone un gasto anual de entorno a 3,5 millones de euros en compensación de daños y más de 4 millones de euros en medidas preventivas junto a la pérdida de cerca de medio millón de cabezas de ganado extensivo en las cuatro principales regiones loberas en el mismo tiempo, lo que representa el 18,9 % del total.
Los datos
2021 año que este cánido entró en el listado Lespre y recibió protección especial
2014 último año que hay censo de la población del lobo ibérico en España
(Páginas 30 y 31)
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