Fuera chinches
Tristán, Virus, Boa, Hanna y Melody son algunos de los perros detectores encargados de combatir contra las plagas como las chinches de cama. Este insecto permanece escondido durante el día en los colchones de aquellas áreas donde hay mayor tráfico de personas. Su resistencia a los insecticidas y su hábito nocturno los convierte en una especie difícil de erradicar por parte de los profesionales.
Por Jonathan MANZANO
Desde mediados de la década pasada, los millones de desplazamientos intercontinentales han provocado un resurgimiento de las chinches de cama. Su picadura puede causar un hinchazón y enrojecimiento de la piel que puede derivar en ampollas. Por este motivo, cada vez son más las personas y empresas que buscan cómo deshacerse de esta plaga a través de los perros de detección canina tal y como explica Alberto Ponjoan, director de Depec “este año 2017, quizás por el incremento del turismo, o de los viajes, hemos detectado un notable aumento de personas y entidades que han solicitado nuestros servicios”, y es que esta especie animal presenta una gran resistencia a varios de los insecticidas del sector.
Las chinches de cama, o también denominados Cimex lectularius, pertenecen a la familia Cimicidae. Son insectos de seis patas, un par de antenas y un cuerpo plano que se concentran, por lo general, en las camas de los hoteles, albergues, etc., aunque también en viviendas particulares en las que haya un movimiento de personas constante o que habiten un número superior de personas.
El hábito nocturno de estos insectos los convierte en unos animales difíciles de erradicar. Por esta razón, resulta fundamental la capacidad olfativa canina para luchar contra ellas en el menor periodo de tiempo posible. Lo más importante para que el perro pueda realizar una correcta detección en el espacio de trabajo es el olor que desprenden las chinches de camas, “emiten un olor específico, muchos dicen que como a frutos rojos, que los hace distinguibles para el olfato del perro” explica Alberto Ponjoan.
Para especializar a los perros en un insecto en concreto, como en este caso las chinches de cama, desde Lucaplant recomiendan un sistema de adiestramiento en positivo, garantizando de esta manera su eficacia y teniendo en cuenta que el entrenamiento entre cada una de las diferentes plagas no varía de manera sustancial. “Trabajamos nosotros, pero para ellos es un juego. Su momento de trabajar su mente y olfato, que es lo que necesitan, de manera divertida y formando un binomio perfecto con su guía” explica una de las adiestradoras de Lucaplant, Eva Gámez. Este proyecto valenciano dirigido por Pedro Hernández cuenta con la ayuda de un grupo de expertos en Sanidad Vegetal y profesionales caninos como Eva Gámez, gerente de ADCAN afincada en Valencia, Fernando Soleto, director de Solcan, y Jose Luis Sedeño.
El procedimiento que se sigue en cada sesión de detección depende fundamentalmente de la superficie sobre la que se realice la detección. “Lo normal es que trabaje un perro por sesión. Siempre empezamos con una rutina de partida que creamos con ellos para empezar centrados la búsqueda. En el inicio el guía marca el recorrido para que los canes dejen barridas todas las zonas perfectamente. Con el tiempo ellos suelen funcionar de manera autónoma aunque siempre con una guía clara” explica Eva.
Cuando un perro marca una plaga, por lo general, entra otro perro que realiza el mismo trabajo que el primero, de esta manera consiguen asegurarse al 100% del resultado del marcaje. Una vez el can ha marcado la plaga, los expertos en plagas realizarán una serie de técnicas con las que combatir contra ellas.
La eficacia del can para detectar la presencia de chinches de camas sobre una superficie es bastante superior a la que puede realizar una persona. El perro puede barrer en pocos minutos una habitación entera sin tener que mover mobiliario, mientras que una persona tendría que desplazar los muebles para posteriormente ponerlo de nuevo en su lugar. “Tal y como indican en EE.UU. la eficacia probada es de un 95% frente a una media del 50% de los técnicos especialistas en plagas. Pero además, en la efectividad está la disminución del tiempo necesario para realizar la inspección. Una vez para una filmación para una televisión, usando esencias de chinches escondidas por el personal que filmaba, comprobaron que en menos de dos minutos ya había encontrado el perro las chinches” desarrolla Alberto Ponjoan
Etapas
Desde que la hembra adulta pone huevos, estos permanecen recubiertos por una masa líquida durante 10 días, momento en el que eclosionan. Una vez llegado este momento, las ninfas (chinches de cama jóvenes) pasan por hasta cinco etapas antes de convertirse en adultas. Para crecer, las ninfas requieren ingerir grandes cantidades de sangre y permanecer en las mejores condiciones medioambientales posibles. Cuanto más óptima sea su situación, mayor será la velocidad de desarrollo del animal. Por norma general, las chinches de cama pasan de 1 mm cuando son huevos hasta los 6 mm aproximadamente cuando llegan a la edad adulta.