Perros contra el alcohol y las drogas
Un 79% de los españoles entre 15 y 34 años es consumidor de alcohol según los datos del Observatorio de consumo de drogas del Ministerio de Sanidad. Esta cifra es más espeluznante si reducimos el campo a los menores de entre 15 y 17 años, ya que representan un 58% de la anterior banda. Es decir, un colectivo de sólo dos años de diferencia entre ellos y lejos de la mayoría de edad, consume más alcohol que el resto donde la diferencia es de hasta de 17 años de edad. Esta situación, y alertados por padres que veían como sus hijos comenzaban a coquetear con estas sustancias, llevó a tres instructores de Rivas, en Madrid, a poner en marcha un proyecto de prevención del consumo de drogas y alcohol con perros de terapia donde 35 jóvenes trabajan a través del adiestramiento canino.
Por Jonathan MANZANO
Acaba de finalizar la primera edición del proyecto Perrutis llevado a cabo por tres instructores de Rivas, Madrid, en el que más de una treintena de jóvenes, junto a sus perros, han asistido a sesiones de prevención de consumo de drogas y alcohol a través del adiestramiento canino.
Los tres instructores que dirigen el funcionamiento del proyecto son David Valera, como policía local de la actualmente suspendida Unidad Canina de la Policía Local de Rivas, Emilio Ortiz, como ex terapeuta de Proyecto Hombre y Carlos Magariños, como adiestrador canino. Empezaron con cinco personas y ya son hasta treinta y cinco jóvenes y perros los que forman parte de Perrutis. Tuvieron que poner un coto y organizarse en grupos para garantizar la máxima dinámica en el desarrollo de cada una de las sesiones.
Este proyecto pionero en nuestro país surge por la demanda de los propios padres de estos jóvenes, quiénes pedían ayuda para alejar a sus hijos de estos hábitos nada positivos para sus vidas.
El primer día que van a Perrutis estas personas que han coqueteado con las drogas se muestran un poco escépticos. “Vienen porque quieren hacer algo que les gusta junto a sus perros” afirma David Valera a LADRIDOS.
Antes de empezar cada una de las sesiones recogen los excrementos de la zona. Tras esto realizan ejercicios junto a los perros en un parque donde aprenden a dialogar con sus canes. Destaca la presencia de los padres junto a sus hijos. Allí el terapeuta Emilio les proporciona una serie de herramientas.
Antes de realizar el proyecto, los jóvenes se mostraban más distantes con la Policía. Sin embargo, desde entonces ven a este Cuerpo como algo que les puede ayudar en múltiples facetas de su vida diaria. De hecho, algunos de los jóvenes que se han rehabilitado a mitad de curso deciden permanecer hasta el final del mismo debido al vínculo que se crea entre los instructores y los chicos. Sin embargo, a pesar de que todos han mejorado respecto al comienzo del curso, los casos más problemáticos son derivados al Proyecto Hombre.
Grandes, pequeños, de raza, mestizos… todos los perros pueden forman parte de este proyecto de Rivas. A los que quieren asistir y no tienen perro se les asigna uno de protectoras de animales de Rivas en régimen de acogida durante la duración del curso. Los perros que forman parte del proyecto no reúnen ningún requisito mínimo. Tal es el vínculo que se crea que todos los canes que han pasado por este proceso han sido adoptados.
Está demostrado que la utilización de perros como parte activa, en actividades y terapias similares a este proyecto aporta multitud de aspectos positivos y valores a las personas que trabajan o interactúan con ellos, como por ejemplo la responsabilidad, el fortalecimiento de la confianza en sí mismos y el respeto, entre otros.
Aspectos positivos y valores que ayudarán a decir “No” cuando se crucen con la oportunidad, cada vez más frecuente, de probar estas sustancias nocivas para la salud debido a la excesiva normalización del consumo de las drogas por jóvenes y menores que se observan por las calles de nuestro país.
Según la Encuesta de Drogas y Alcohol en España del año 2015/2016 del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la edad media para el consumo de alcohol y tabaco es de 16 años y 18 para el cannabis entre otras drogas.
Pero por sus manos han pasado hasta jóvenes de 13 y 14 años. Sin embargo, pueden haber jóvenes de menor edad que ya coqueteen con el alcohol y las drogas. “Hemos visto hasta chicos de 13 años vendiendo droga” afirma Valera a LADRIDOS.
Tras seis meses de trabajo y con una entrega de diplomas, “el balance ha sido mucho mejor de lo que nos esperábamos” afirma David. El nuevo curso se desarrollará en septiembre, en el que han recibido una subvención económica de 3.000€ que les permitirá comprar material que mejore el funcionamiento del curso, gracias al proyecto Avanza del partido Rivas-Puede. En esta nueva edición fomentarán la tenencia responsable de mascotas, proporcionarán charlas educativas, de la mano de Mascoteros Solidarios y de salud animal para que los jóvenes sepan realizar primeros auxilios a sus perros o sepan identificar síntomas de temas como el golpe de calor.
El perfil del consumidor
El consumo de todas las drogas ilegales, alcohol y tabaco está más extendido entre los hombres que entre las mujeres, menores de 34 años, excepto con los hipnosedantes. La edad media de inicio en el consumo de las diferentes drogas son los 16 años para el tabaco y el alcohol y los 18 para el cannabis. Le siguen las anfetaminas, alucinógenos, inhalables volátiles, éxtasis y cocaína a los 20 años de edad. Por último, 22 años para el consumo de heroína y 32 años para los hipnosedantes.