Malinois, el Fórmula1
El Pastor Belga Malinois es el perro por excelencia en las últimas décadas dentro de las razas de trabajo. Es el maestro indiscutible en todos los deportes de utilidad y en los servicios públicos. Su excepcional sentido del olfato, su inteligencia superior, su rápido aprendizaje y su deseo por encima de todo de complacer a su amo, han hecho de esta raza un perro Fórmula 1 que vive a cien por hora.
Por Óscar REKALDE
Todo empezó en 1897 cuando Louis Huyghebaert presentó como diferentes, dentro de los estándares de las otras tres razas de pastores belgas, las cualidades de los Malinois, que fueron reconocidos como raza en 1909. A partir de entonces, este perro Fórmula 1 se abrió camino como un can con una astucia y estilo poco común, destacando con fuerza en los servicios públicos y en todos los deportes de trabajo o utilidad donde la obediencia es la premisa fundamental.
Su evolución no fue como la de los otros tipos de pastores belga que se desarrollaron al tipo físico grande e imponente que demuestra a simple vista el valor y solidez de la raza. El Malinois permaneció en un tamaño y peso medio y se fueron seleccionando sus facultades extraordinarias, tanto físicas como psicológicas.
Aunque es un perro activo, vive a cien por hora y puede hacer grandes cosas, no hace nada por sí solo. Su principal característica es que “vive para su amo”, necesita la ayuda de su maestro en todo momento. Es el guía el que debe canalizar toda la energía que tiene este tipo de perro. Un simple guiño, una entonación diferente de la voz, un gesto, es percibido como una oportunidad de reforzar el vínculo.
Aprende muy rápidamente y, sobre todo, quiere hacerlo muy bien para satisfacer a su guía. Es súper sensible a las órdenes y un perro ideal para los que buscan obediencia. Concentra y memoriza enseguida todos los niveles de aprendizaje que se le muestren. Pero hay que buscar siempre la complicidad y la confianza mutua entre el dueño y el perro, sino, no habrá nada que hacer. La educación debe ser en positivo. La brutalidad y los gritos a un Malinois pueden hacer mucho daño a este perro y convertirlo en agresivo y temeroso. Su socialización debe comenzar en cuanto llega a casa, a través de órdenes básicas que son asumidas rápidamente. Es un perro inteligente que quiere hacerlo todo bien, por lo que hay que tener en cuenta que “si no aprende es porque se le ha explicado mal la orden”.
Aunque la precisión y rapidez en la ejecución impresionan, esto requiere horas de trabajo y mucha constancia. Los Malinois se cansan enseguida de ejercicios demasiado repetidos o monótonos, y demandan constantemente la atención de su guía con juegos diferentes y divertidos. Como todos los perros que son grandes atletas, el Malinois necesita una dieta adecuada para él. En sus períodos de entrenamiento y, en especial en las épocas de competición, el perro debe recibir un mayor consumo de proteínas para proporcionar ayuda a sus esfuerzos específicos así como carbohidratos para facilitar el desarrollo de la suceción de ejercicios.
Fuera de los períodos de actividad, los Malinois pueden ser alimentados, sin problema, con comida industrial, ya sea seca o húmeda. Como todo perro debe contar siempre con abundante agua a su disposición.
Pero independientemente del tipo de alimentación que se elija para el Malinois, siempre debe ser de buena calidad y de alta digestibilidad, para evitar problemas estomacales, incluso la temida torsión de estómago, que también afecta a este tipo de perros, como a casi todos los perros grandes. La alimentación se debe distribuir en dos tomas diarias y evitar las raciones excesivas, así como el ejercicio antes o después de una comida, para evitar tanto la expansion del estómago como un accidente cardiovascular.
Los pastores belga Malinois requieren una atención especial en sus articulaciones. Antes de practicar el más mínimo deporte o entrenamiento es básico un buen calentamiento. Además, durante el crecimiento es importante evitar el exceso de actividades. La raza, en principio, está relativamente libre de displasia, aunque al parecer algunos criadores han detectado esta deformación en algún ejemplar, por lo que es bueno cerciorarse a través de Rayos X antes de comenzar cualquier tipo de entrenamiento o ejercicio.
En cuanto a los lugares ideales para su actividad, este pastor belga está acostumbrado a la vida al aire libre y preparado, especialmente, para resistir las variaciones atmosféricas tan frecuentes en el clima belga. Por eso es el preferido por las Fuerzas de Seguridad de países como Francia, donde de 410 equipos que hay en la actualidad, formados por un perro, un guía y un suplente, 310 canes son Pastor Belga Malinois.
La ciudad belga de malinas, su origen
Originario de Bélgica, cuyo nombre proviene de la ciudad Malinas, su longevidad media es de 13 años. De pelo corto y con cabeza alargada, su peso oscila entre 20 y 25 kg en las hembras y 28 y 30 kg, los machos. Su talla se sitúa entre 56 y 62 cm en hembras y entre 60 y 66 cm, los machos. Los precios en criaderos de reconocido prestigio van desde un mínimo de 600 euros a un máximo de 1.500. Es una raza reconocida para competición por la FCI desde 1956.