A la caza del furtivo
Los furtivos que cazan tigres en Kanha y Pench, reservas de Madhya Pradesh en India, para utilizar partes del cuerpo del felino en rituales tántricos o como afrodisiacos en prácticas sexuales y los que cazan elefantes en Tanzania para arrancarles los colmillos y traficar con el marfil, tienen los días contados: seis perros adiestrados se suman junto a sus guías a la lucha contra la caza ilegal, cuatro de ellos en India y dos en Tanzania, de especies en peligro en extinción.
Por E.Iglesias
Los dos perros que desde hace varios meses trabajan en el parque nacional más grande de Tanzania, Ruaha, gracias a un programa conjunto de la Autoridad de Parques Naturales de Tanzania y la WCS (Wildlife Conservation Society, Sociedad americana de Conservación de la Fauna Silvestre) han sido formados para detectar el marfil en Wagtail UK, una escuela de adiestramiento canino en Gales, Reino Unido, por espacio de 18 meses.
Se trata de Jenny, una pastor belga malinois, y Dexter, un perro de agua inglés, que fueron trasladados en helicóptero al país africano, que tiene una de las mayores poblaciones de elefantes de África. Precisamente por eso es el principal objetivo para los cazadores furtivos que buscan sin escrúpulos obtener pingües beneficios colocando el marfil en el mercado asiático. Según las estadísticas facilitadas por el organismo Parques Nacionales de Tanzania, en los últimos cinco años el país perdió el 60 por ciento de su reserva de elefantes, cifrándose en la actualidad el número de paquidermos en menos de 43.000, cuando hace cinco años el censo rozaba los 100.000 ejemplares.
Jenny y Dexter al poco de llegar a su nuevo destino ayudaron a los funcionarios a encontrar varios colmillos que un grupo de furtivos tenían escondidos a la espera de poder sacarlos del país. También ayudaron en la detención de uno de los cazadores ilegales.
A pesar de la prohibición global sobre el comercio internacional del marfil, el mercado negro del marfil en pequeños elementos de bisutería que es más difícil de detectar, provocó el temor de las autoridades internacionales a que los elefantes en estado salvaje acabasen desapareciendo.
Por este motivo se inició el programa con perros adiestrados en Gales, aunque el camino no siempre ha sido fácil. Según ha señalado el doctor Tim Davenport, presidente de WCS en Tanzania, el primer objetivo es “mantener a los perros sanos y bien entrenados”, ya que uno de los primeros perros que llegó al Parque Natural murió al sufrir la picadura de una mosca tse-tse. “Poco a poco queremos ir incorporando más perros, no sólo en el Parque Natural, también en los aeropuertos y los puertos de entrada al país, para ayudar a frenar la caza furtiva”. Por el momento, Jenny y Dexter realizan su trabajo felices con sus guías tanzaneses.
En India, acaban de llegar cuatro mailonis provenientes de la Casa Blanca. Son cuatro perros que hasta hace dos meses custodiaban la residencia del presidente de Estados Unidos, e incluso formaron parte del equipo que acabó con la vida de Osama Bin Laden.
El Centro de Formación de los perros policías del 23 Batallón de las Fuerzas Armadas Especiales ubicado en las afueras de Bhopal, India, ha adiestrado desde 2008 tres grupos de perros rastreadores. En la actualidad en este centro se están formando a los cuatro Belga Malinois provenientes de la Casa Blanca para detectar pieles y huesos de tigres. La preparación durará unos nueve meses, periodo tras el cual serán desplegados en las reservas naturales de tigres de Kanha y Pench.
Según el entrenador de estos cuatro perros, Maglendra Singh Prasada, la raza elegida para esta misión es Pastor Belga Malinois porque “es un perro muy disciplinado, con gran concentración. Sus niveles de energía son sin igual entre todas las razas de perros que he trabajado hasta ahora. Una vez que se le introduce en un aroma de cazadores furtivos en cualquier lugar, ya sea bosque o no, tiene un alto porcentaje de éxito en el rastreo y seguimiento de los ilegales”.
La región de Madhya Pradesh perdió 30 tigres en 2016, la cifra más alta del país, de los que 20 correspondían a la reserva de Kanha y Pench. Estas muertes representan más de un tercio de los 78 tigres muertos en todo el país el año pasado, la cifra más alta de los últimos 15 años, según los datos dados a conocer por la Autoridad Nacional de Conservación del Tigre de la India (NTCA).
Las grandes muertes de estos felinos en Madhya Pradesh, conocido como el Estado del tigre del país, se registraron en tres zonas protegidas: Kanha, Pench y Bandhavgarh. India representa el 70% de la población de tigres del mundo, con un censo estimado de 2.226 en estado salvaje.
Según el organismo mundial: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los tigres son cazados ilegalmente para utilizar partes de su cuerpo en rituales tántricos, porque se consideran en algunas zonas como afrodisiacas; para rituales ocultos entre aborígenes para llamar a la prosperidad o para vender sus pieles en piezas enteras a coleccionistas del mundo entero. El objetivo es incorporar más perros para que descubran sobre el terreno los restos de tigres cuando han sido cazados.