La ciencia lo deja claro: no hay animales que no den alergia aunque se anuncien razas hipoalergénicas
Uno de cada dos españoles vive con una mascota. Para los pacientes con alergia a los animales peludos no hay buenas noticias: la ciencia afirma que no hay animales que no den alergia aunque se anuncien razas como hipoalergénicas. Un exhaustivo estudio concluye que la presencia de múltiples alérgenos en las mascotas hace difícil la existencia de animales que no den alergias a los humanos
Por M.ARAMBARRI
La doctora Christiane Hilger y su equipo de investigación en el Instituto de Salud de Luxemburgo, en colaboración con el Instituto de Prevención y Medicina del Trabajo del Seguro Social Alemán de Accidentes, han realizado una investigación sobre los animales hipoalergénicos, en la que concluyen que hasta las razas comercializadas como tal producen alergias.
Según su trabajo, los animales peludos son una fuente importante de alérgenos de interior, lo que genera altas tasas de sensibilización y el riesgo de desarrollar una enfermedad alérgica mediada por IgE, como la rinitis alérgica o el asma.
Entre un 10% y un 14% de la población adulta europea sufre de alergia y se ha demostrado que su sensibilidad a los alérgenos animales les provoca asma, en los casos más graves con riesgo de muerte si no se tratan.
“Los alérgenos animales están presentes en el pelaje, la saliva y la orina, se dispersan rápidamente en el ambiente interior y son fácilmente detectables en el polvo doméstico. Al adherirse a la ropa y al cabello humanos, son transportados a lugares públicos por dueños de animales y pueden provocar síntomas en las personas sensibles”, matiza el estudio.
En nuestra sociedad, las mascotas son cada vez más populares. En España se estima que una de cada dos personas vive con una de ellas, y en Europa el 46% de los hogares ya tienen algún animal incorporado a su familia, siendo más frecuentes en hogares con niños. En nuestro país ocho de cada diez propietarios de perros los considera parte de su familia, el 74% los incluye en sus fotografías familiares y un 7% hasta los llama sus hijos. Los perros siguen reinando en los hogares españoles, ya que el 71,4% tiene perro, frente a 23,7% que tiene gato y un 8,1% tienen ambos, según el informe Hamilton, difundido por la Asociación Española de la Industria y el Comercio del sector Animal de Compañía (AEDPAC).
Según este estudio, el 26% de los propietarios dice que sienten amor por sus mascotas. En este perfil sobresalen las mujeres que admiten gastar mucho dinero en sus queridos peludos. El 78% de los responsables de los animales de compañía afirma que siempre han convivido con algún animal.
En Europa, el 46% de los hogares tiene una mascota, pero aquí ganan los gatos, seguidos por los perros, las aves y los pequeños mamíferos. Estos animales proporcionan compañía, pero también tienen otros beneficios fisiológicos y psicológicos para la salud, como promover el ejercicio físico, reducir el estrés y aliviar la soledad. Por lo tanto, para los pacientes alérgicos a un animal peludo, resulta tentador buscar un animal hipoalergénico. Razas específicas de gatos, perros o caballos a menudo se anuncian como hipoalergénicas y los pacientes suelen buscar el consejo de los médicos.
A raíz de esta situación, la doctora Christiane Hilger y su equipo ha realizado una minuciosa investigación sobre los animales de los que se asegura que no provocan alergia en humanos sensibles, y concluyen que incluso “las razas comercializadas como tales, como el gato sphynx, el labradoodle o el caballo rizado, todavía producen alérgenos importantes”.
En la revisión de su trabajo publicada en Allergologie Select, el equipo de investigación de Hilger examina la evidencia científica existente sobre las reacciones alérgicas inducidas por animales peludos, destacando los desafíos que enfrentan las personas sensibilizadas.
Gatos
En lo que respecta a los gatos, el estudio revela que, a pesar de las afirmaciones de hipoalergenicidad, todas las razas conocidas siguen produciendo Feld1, el principal alérgeno felino. Para abordar esto, las estrategias actuales tienen como objetivo bloquear el alérgeno vacunando a los gatos o añadiendo anticuerpos a los alimentos para estos felinos. Sin embargo, si bien el 90% de los pacientes clínicamente alérgicos están sensibilizados a Feld1, la mayoría de las personas también reaccionan a otros múltiples alérgenos de gatos, lo que plantea un desafío importante para estos enfoques de intervención, que aún no han sido validados mediante estudios clínicos.
Perros
En los perros, los perfiles de sensibilización alérgica son más complejos que en los gatos. La investigación destaca cómo la ausencia de un alérgeno dominante, similar a Feld1 en gatos, hace que niños y adultos desarrollen alergia a múltiples alérgenos. Como ya se ha demostrado en gatos y caballos, los perros presentan una alta variabilidad individual en los niveles de alérgenos, incluso dentro de la misma raza, y estos niveles parecen estar influenciados por el sexo de los perros. Los estudios realizados hasta la fecha cuestionan la noción de razas de perros hipoalergénicos y revelan que no existe evidencia científica que respalde su existencia.
El análisis de los niveles de alérgenos medidos en hogares de 190 familias con un perro no mostró ninguna evidencia de una reducción de la eliminación de alérgenos caninos en perros supuestamente hipoalergénicos. En concreto, la eliminación de alérgenos de los perros llamados “hipoalergénicos”, como los labradoodles, labrador retrievers, poodles, spanish water dogs y airdale terriers, comparados con un grupo de control heterogéneo de 47 razas y cruces diferentes no hipoalergénicos no mostró diferencias significativas entre unos y otros.
El complejo perfil de alérgenos de los perros impide un enfoque específico para reducir la secreción de alérgenos por parte de estos animales. “Nuestro trabajo sienta las bases para decisiones basadas en evidencia, con el objetivo de disipar el mito y proporcionar información valiosa tanto para las personas alérgicas como para los amantes de las mascotas “, señala Hilger a LADRIDOS. “A pesar del interés generalizado por las mascotas hipoalergénicas, nuestros esfuerzos de colaboración revelan el desafortunado mito que rodea su existencia. Las reacciones alérgicas a la caspa de los animales son comunes y las estrategias actuales, limitadas a la evitación, el tratamiento sintomático y la inmunoterapia con alérgenos, que sin embargo no está disponible para todas las mascotas, no permiten ofrecer alternativas viables a las personas alérgicas”, concluye la doctora.
(Páginas 34 y 35)
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