Los gatos naranjas ya existían en el antiguo Egipto
Dos investigaciones por separado llegan a la conclusión de cuál es el origen genético del color naranja en los gatos, tanto si son de un solo color, como los calicó o carey, con manchas de colores, entre ellas el naranja. Ambos publicaron sus descubrimientos, que están a la espera de ser reconocidos por el mundo científico. Existen desde época egipcia, son llamativos por su color, pero también por ser cariñosos y sociables
Por E. MUÑOZ
Sí. Tras más de medio siglo de incógnitas e investigaciones por fin se sabe cuál es el motivo por el que nacen los gatos naranjas. Y no solo ha sido un equipo el que ha descubierto el gen que explica su origen, sino que se ha llegado a esa conclusión por dos investigadores diferentes.
Pero vayamos por partes. La coloración en los gatos es de las más variadas en el mundo animal, y en concreto el color naranja, ya sea como único en todo el cuerpo o mezclado como en los gatos calicó (de pelaje blanco, pero con manchas negras y naranjas), o en los carey (en los que se entremezcla desordenadamente el negro y el naranja). Curiosamente, los gatos naranja son mayoritariamente machos, mientras los calicó y carey lo son hembras. Pero, ¿de dónde salen los gatos naranjas?
En primer lugar, decir que los gatos naranja no son una raza como tal, sino una variación dentro de la especie en su cromosoma X. Así, de un cruce de un gato negro y una gata naranja surgirán los gatos multicolores, generalmente hembras, o los gatos naranja, de un solo color y mayoritariamente machos, que heredan el cromosoma X solo de uno de sus progenitores. Sin embargo, las hembras reciben ambos cromosomas de sus progenitores, pero solo usarán uno (el otro se quedará inerte e inactivado). Así, las gatas carey terminan con manchas separadas negras y naranjas, dependiendo del cromosoma activado y los calicó añaden el pelaje blanco porque tienen un segundo mecanismo genético no relacionado que detiene la producción de ese pigmento en algunas células.
El color rojo del pelo se debe, pues, a una mutación en la proteína de la superficie celular, Mc1r, que será la que determine si los melanocitos, células de la piel, producen pigmento oscuro o rojo. Las mutaciones pueden hacer menos activa a esa proteína y producen el pigmento claro.
Sin embargo, la genetista Greg Barsh, de la Universidad de Stanford aclara que ese cromosoma X no se encuentra en ninguna otra especie y en la mayoría de los gatos anaranjados no hay mutaciones en Mc1r, por lo que “Ha sido un misterio genético, un enigma”, aclara.
ARN Arhgap36
Para resolver este misterio, recogieron muestras de piel de cuatro fetos de color naranja y cuatro de otros colores de gatos. Los investigadores midieron la cantidad de ARN que producía cada melanocito y determinaron el gen que codificaba. Tras esto, descubrieron que los gatos de color naranja producían 13 veces más ARN a partir de un gen llamado Arhgap36, que se encuentra en el cromosoma X, por lo que pensaron que tenían la clave de este enigma.
No obstante, cuando analizaron dicha secuencia genética en los gatos naranja no encontraron ninguna mutación en el ADN que codificase la proteína Arhgap36, pero por otro lado sí que descubrieron que a estos gatos les faltaba un tramo cercano de ADN que no afectaba a los componentes de la proteína. Al escanear la base de datos de 188 genomas de gato, el equipo de Barsh descubrió que todos los gatos naranja, calicó y carey tenían exactamente la misma mutación.
Paralelamente, Hiroyuki Sasaki, de la Universidad de Kyushu revelaron la misma eliminación genética en 24 gatos salvajes y domésticos de Japón, así como entre 258 genomas de gatos recogidos de todo el mundo. Como en el caso de Barsh, también descubrieron que la piel de los gatos calicó tenía más ARN Arhgap36 en las manchas anaranjadas que en las marrones o negras.
Tanto Barsh como Sasaki publicaron sus ‘preprints’ al mismo tiempo (estos trabajos aún deben ser aprobados por otros científicos). Ambos grupos de investigadores descubrieron además que aumentar la cantidad de Arhgap36 en los melanocitos activa una vía molecular que hace que las células produzcan pigmento rojo tanto si MC1r está activo como si no.
Pero como la mutación parece que solo afecta a la función Arhgap36 en los melanocitos, los gatos con la mutación no solo son sanos, sino también adorables como demuestran todos los propietarios de estos gatos.
Los expertos
Varios expertos se han pronunciado sobre estos descubrimientos, como Brown, quien dice que es inusual que una mutación por pérdida de uno o más núcleos de la secuencia de ADN hagan que un gen sea más o menos activo, porque “Probablemente haya algo especial en los gatos”.
Por su parte, Leslie Lyons, genetista de Missouri, afirma que “Es un gen que se esperaba desde hace tiempo”. Y tanto, ya que en excavaciones ya se encontraron gatos egipcios de color naranja momificados.
(Páginas 34 y 35)
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