De un curso obligatorio para poder tener un perro a una simple reflexión online
El curso de adiestramiento o educación canina obligatorio para los dueños de perros que se anunció a bombo y platillo tras aprobarse la Ley Animal se queda totalmente descafeinado según se contempla en el desarrollo reglamentario de la ley. La Dirección de los Animales anuncia que la formación de cuatro horas para los nuevos propietarios será para conocer el tipo de mascota que necesita y los cambios que implica para valorar si les merece la pena.
Por Óscar REKALDE
Cuando en 2021 se dio a conocer el borrador de lo que en un futuro sería la Ley Animal uno de sus artículos, entonces el número 36, se hizo mediático acaparando titulares de casi todos los medios de comunicación de nuestro país: para tener un perro habrá que hacer un curso.
Ahora, casi cuatro años después de muchas idas y venidas de la Ley, con cambio de Gobierno incluido y por ende de responsable de la Dirección General de los Animales, este curso queda totalmente descafeinado y se limitará a una reflexión de qué cambios implica en cuanto a tiempo, necesidades o costes con el objetivo de que el futuro propietario valore si le merece la pena o no tener un perro, según consta en el borrador del desarrollo reglamentario de los artículos que quedaron en suspenso, y que este mes ha sido enviado a las Comunidades Autónomas.
La ley, después de todos los trámites parlamentario, de exposición al público y de periodos de alegaciones, salió publicada en el BOE el 29 de marzo de 2023 y entró en vigor el 29 de septiembre del mismo año.
En su artículo 30 sobre “Tenencia de perros”, indica expresamente en el apartado 1 que “Las personas que opten a ser titulares de perros deberán acreditar la realización de un curso de formación para la tenencia de perros que tendrá una validez indefinida”. Y añade en el 2: “Dicho curso de formación será gratuito y su contenido se determinará reglamentariamente”.
La realización del curso por tanto no es efectiva hasta que a través de un decreto se desarrolle el reglamento por el que se rija, al igual que de otros 22 puntos que quedaron en suspenso. El borrador de este decreto se ha enviado a las Comunidades Autónomas que tendrán hasta el 31 de este mes para enviar sus contribuciones.
Según ha podido saber LADRIDOS, el curso para todos los dueños de perros se ha diluido en gran medida, pasando de ser un curso de formación obligatorio a una simple reflexión de cuatro horas solo para aquellas personas que estén pensando incorporar un perro a su vida por primera vez.
En el borrador del desarrollo reglamentario consta que los futuros dueños deberán hacer una reflexión previa a tener un animal, con el objetivo de que conozcan qué tipo de animal necesitan, así como los cambios que va a suponer en sus vidas y para que valoren de forma responsable si deben o no incorporar a un perro en su vida. Los expertos en comportamiento animal serán los encargados de guiar a los nuevos propietarios, para los que no supondrá coste alguno, en esta reflexión por un espacio de cuatro horas. Una vez pasado este trámite ya podrán registrar a su cachorro en los listados oficiales.
Una vez que la nueva norma se publique en el BOE habrá un periodo de carencia de seis meses, a partir del cual se exigirá esta formación “reflexiva” solo a los nuevos propietarios.
El borrador del decreto expuesto a las Comunidades Autónomas el pasado 17 de julio, a la espera de los cambios que propongan los gobiernos regionales, incluye el desarrollo reglamentario de 23 artículos que quedaron a la espera, entre ellos el relativo a los perros potencialmente peligrosos, una de las normas que más protestas ha levantado en la sociedad.
La Dirección de los Animales bajo la tutela del Ministerio que dirige Pablo Bustinduy, propone en el borrador modificar la norma para que las razas con esta consideración puedan dejar de tenerlas siempre y cuando el animal supere una prueba de aptitud a los doce meses de edad. Serán pruebas realizadas por profesionales del comportamiento animal, que incluso se pueden abrir a otros ejemplares que hayan atacado o mordido, y deberán ser inscritas en el registro de identificación del perro para que quede constancia. Aquellos animales que no superen la prueba pasarían a considerarse como potencialmente peligrosos, con lo que requerirán manejo especial (deberán ir siempre con correa corta y bozal, incluso en los parques caninos), y se prohibirá su reproducción.
100.000 euros de responsabilidad civil
La Ley obliga en su artículo 30 tras marcar la obligatoriedad de realizar el curso de formación a que “En el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente”.
Ahora en el borrador del reglamento, el departamento dirigido por José Ramón Becerra indica que la cuantía mínima de responsabilidad civil cubierta debe ser de 100.000 euros, deberá estar vigente durante toda la vida del animal, independientemente de la raza y añade que los seguros de hogar que ya incluyan al animal serán válidos.
En cuanto a la identificación de los animales, el objetivo es trabajar para aumentar el porcentaje de animales, chipados, sobre todo en gatos, donde apenas el 5% está identificado o en perros donde la mitad de los perros que se recogen por protectoras está sin registrar.
La Ley obliga a la identificación de ambas especies, pero la realidad está muy lejos de cumplir esta norma. Por ello, la Dirección de los Animales hace recaer en las Comunidades Autónomas y en la entidades locales la responsabilidad de subir estos porcentajes, y ofrece, además de trabajar codo con codo con ellas, poniendo en marcha sin que les tiemble el pulso las sanciones que marca la norma o realizando campañas de sensibilización entre la población en general.
Y en cuanto a las colonias felinas, algunas de las cuales pueden llegar a provocar un impacto negativo en la biodiversidad de la zona donde habitan, la Dirección de los Animales propone que sean los ayuntamientos los que regulen la protección de estas colonias, y que un veterinario sea el encargado de aprobar el nuevo destino cuando deben desplazarse.
(Páginas 38 y 39)
El curso para dueños de perros será solo una reflexión sobre lo que significa tener un animal