LOS PERROS TAMBIÉN TRABAJAN
Los perros... al trabajo
Por Óscar REKALDE
Llevar al perro al lugar de trabajo es algo todavía casi idílico en nuestro país a pesar de los numerosos estudios que hablan y evidencian los beneficios de que las mascotas puedan acompañar a sus dueños a su empresa. Por el momento aquí nos conformamos con celebrar el día para revindicar llevar la mascota al trabajo, que poco a poco se va difundiendo entre los amantes de los perros, pero que está muy lejos de países como EE UU, donde 1,4 millones de personas llevan a sus perros a su trabajo a diario, según un estudio realizado por las empresas de productos para mascotas.
Llevar al perro a la oficina tiene dos consecuencias inmediatas: primero no pasa largas horas solo en casa, y segundo tanto él como su dueño crean más vínculo.
Según una investigación realizada por la Universidad de Virginia, las personas que trabajan en empresas que dejan llevar a sus mascotas sienten mucho menos estrés en su jornada laboral que los que no las pueden llevar.
Esta investigación da un paso más y señala que tener a los perros en el entorno laboral puede contribuir a mejorar tanto la satisfacción del empleado como su desempeño y rendimiento.
Al parecer son las empresas de ingeniería y de software las más decididas a aceptar perros en sus entornos laborales, según señala Len Kain, fundador de DogFriendly.com, un portal donde se incluyen todas los lugares o empresas amigables con los perros por países.
Según sus conclusiones los perros son un elemento que hace más suave el trabajo diario. Hay algo, que al tenerlos alrededor hace feliz a la gente, indica.
Entre los diferentes sitios que relata en su portal, destaca Google, gigante de internet que presume de que en muchas de sus oficinas, sus trabajadores pueden llevar a sus mascotas con el objetivo de que estén contentos en las horas que pasan allí.
Otra empresa amigable con los perros es Nestlé, que en 2015 anunció que su centro de Gatwick, Reino Unido, sería el primero en permitir esta práctica. Dos años después, unos 25 perros acuden a diario a “trabajar” en el gigante del chocolate.
En Estados Unidos 1,4 millones de trabajadores llevan a diario a su perro a la oficina
Amazon no quiere quedarse atrás y en su centro de Seattle permite desde hace un año que las mascotas acudan a la oficina. Tras esta apertura, los trabajadores de diferentes países han iniciado un movimiento para conseguir que la experiencia se traslade a más centros.
Extrovertic, una agencia de publicidad que tiene sedes en Nueva York, Cambridge y Massachusetts, hace un año hizo una prueba y permitió a sus trabajadores ir a la oficina con su perro el día que se celebra el día del perro en el trabajo. Tal fue el éxito, que la compañía decidió abrir de forma permanente sus puertas a las mascotas.
También en Estados Unidos, Authentic Entertainment, permite esta práctica, y a diario unos 20 trabajadores de los 120 con que cuenta la empresa llevan a sus perros al trabajo. Sus fundadores Lexton y Ton Rogan, dejaron desde el principio, hace 11 años ya, que los empleados llevasen a sus canes ya que se sentían bien.
En España, desde hace dos años, Affinity Petcare, una marca de pienso, da la posibilidad a sus trabajadores de llevar sus perros a la oficina de San Cugat. Para tal efecto la compañía habilitó una zona común para los perros, donde conviven varios juntos.
Para llevar a los animales a las oficinas, las sociedades ponen sus propias reglas. Amazon, por ejemplo, indica que el empleado tiene que conseguir primero el visto bueno de sus jefes; los perros deben estar al día en vacunas, deben tener buen comportamiento, ir atados por el edificio o sueltos junto al puesto de sus dueños y no pueden quedarse solos.
Tanto la posibilidad de poder llevar la mascota al trabajo, como la existencia de permisos laborales en los convenios para cuando la mascota esté enferma o cuando llegue nueva al hogar, o para cuando fallezca, facilitaría que más gente se decidiese a poner un perro en su vida.
En Italia, una mujer que vive sola, ha conseguido dos días de permiso laboral pagado para cuidar a su perra enferma. Anna, una bibliotecaria de una universidad de Roma, lo logró con la ayuda de una organización animalista, la Liga Anti Vivisección (LAV). Un juez decidió que el centro universitario de la Sapienza debía otorgar a su empleada, de 53 años, dos jornadas pagadas porque de lo contrario, y según el argumento de los abogados, Anna incurriría en un delito de abandono o grave maltrato, algo que se castiga con una pena de prisión de un año y una multa de hasta 10.000 euros.
La sentencia ha dado la vuelta al mundo y ya en más países hay organizaciones animalistas que están estudiando la posibilidad de iniciar campañas en esta dirección. Por lo pronto, “es un paso significativo para el reconocimiento de que los animales no se mantienen como negocio o por su capacidad de trabajar y son realmente miembros de la familia”, ha declarado a la agencia France Presse el presidente de LAV Gianluca Felicetti.
En España se ha iniciado el camino para considerar a los perros como seres sintientes y dejarlos de concebirlos como cosas. Un paso importante para llegar un día a la posibilidad de permisos para cuidarlos.