Los canes de trabajo mejoran su bienestar si tienen un bien entrenamiento
Ante la idea de que el trabajo produce en los perros cuadros de estrés que pueden poner en peligro su bienestar, un estudio de la Universidad Científica del Sur realizado con 30 canes de trabajo de las Fuerzas Armadas concluye que el entrenamiento no les aumenta el cortisol en cantidades que puedan asociarse con estrés. Un nuevo estudio confirma que los canes que trabajan aumentan su bienestar al no sufrir cuadros de estrés con estas actividades
Por Óscar REKALDE
En nuestros días cada vez proliferan más las teorías de que los perros de trabajo son sometidos a cuadros de estrés que ponen en peligro su bienestar. A la par numerosos estudios confirman todo lo contrario.
El último de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Biológicas de la Universidad Científica del Sur, en el que tras analizar los niveles de cortisol sérico a 30 perros de trabajo, concluye que “independientemente del tipo de entrenamiento, raza o sexo, no hay variaciones altas y mantenidas que puedan asociarse con estrés en los canes”.
El trabajo realizado por la veterinaria Andrea Cañote La Torre como tesis para optar al título profesional de médico veterinario zootecnista, y dado a conocer el pasado mes de abril, se realizó con perros de las Fuerzas Armadas de Perú.
Los niveles de cortisol sérico, se midieron antes del entrenamiento, inmediatamente después y a las tres horas del trabajo de cada uno de los perros.
Para ellos se analizaron un total de 90 muestras repartidas en tres periodos diferentes: 30 antes, 30 después y otras 30 a las tres horas de haber finalizado su entrenamiento.
Los perros estudiados de las Fuerzas Armadas realizan diferentes trabajos junto a sus binomios militares. En concreto están preparados y certificados para tareas de seguridad o búsqueda y rescate de personas.
La doctora trabajó y analizó el comportamiento de estos 30 perros militares, 10 de ellos de raza pastor alemán, 15 labrador retriever y 5 rottweiler, raza muy usada entre los militares de este país sudamericano.
Analizó los niveles de cortisol sérico partiendo de la teoría de que “el estrés en los perros de trabajo es una problemática común ya que durante el proceso de entrenamiento los animales son sometidos a estímulos que podrían desencadenar cuadros de estrés, el cual presenta como biomarcador principal el cortisol y que, de ser prolongados, afectarían a su bienestar”.
Su trabajo, que ha obtenido la calificación de “muy buena”, concluye que los niveles de cortisol sérico en estos perros no indican en ningún momento que los animales puedan estar sometidos a situaciones que les provoquen cuadros de estrés que pongan en riesgo su bienestar animal, ni antes de trabajar, ni nada más acabar su entrenamiento ni a las tres horas de finalizar las misiones militares encomendadas.
En los perros, elevar de manera constante los niveles de cortisol les puede dañar órganos y músculos, motivo por el cual es muy importante analizar los niveles de esta hormona sobre todo en perros que se dedican a diario a trabajar. Este último estudio viene a confirmar lo que muchos otros, por ejemplo uno realizado en su día sobre perros militares desplegados en operaciones internacionales que determinó que los niveles de esta hormona, analiza en los pelos del perro, no varía con motivo de la salida a misiones especiales de los animales, estudio publicado en el repositorio de Sanidad Militar del Ministerio de Defensa de España.
¿Y en los perros de servicio?
Un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Leiden de Países Bajos sobre los niveles de cortisol en perros de servicio frente a perros de compañía concluyó también que este grupo de canes no padece niveles de cortisol más alto que los de compañía. En concreto su estudio, que fue sobre 19 perros de compañía y 11 de servicio, casi todos de raza labrador retriever o mixta, analizó el nivel de esta hormona en el pelo de los animales. Este trabajo también analizó la influencia del color del pelaje, la estación del año, el sexo, otros perros, mascotas o diagnósticos de salud mental en el hogar.
El estudio partió de la base de que “El uso de perros de servicio es una forma de Intervención Asistida por Animales (AAI) en la que se despliega un único perro específicamente entrenado para apoyar continuamente el bienestar de un único adiestrador humano. Este gestor suele recibir este apoyo porque tiene una enfermedad o discapacidad física o mental por la que necesita asistencia personalizada para estar a la espera. Debido a que este despliegue implica potencialmente una carga de trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana, los perros de servicio corren el riesgo de sufrir un bienestar reducido debido a la alteración de los patrones de descanso y sueño”.
Entre sus conclusiones destaca que los niveles de cortisol óptimo en los perros de servicio puede ser por la alta calidad del programa de entrenamiento de los perros de servicio. “Estos perros se sometieron a un entrenamiento exhaustivo de dos años con una organización de perros de servicio especializada, fueron seleccionados por comportamientos adecuados, fueron emparejados con un adiestrador adecuado y fueron monitoreados seis meses después de su colocación con su adiestrador”.
Riesgos de cortisol alto
Cuadros de estrés constante en los perros les puede provocar niveles altos de cortisol, con el consiguiente riesgo para su salud y su bienestar. Las glándulas suprarrenales están ubicadas sobre los riñones y están dirigidas por la glándula pituitaria, un área ubicada en el cerebro que, entre otras cosas, permite controlar la hormona cortisol por parte de las glándulas suprarrenales.
Si estas glándulas producen demasiado cortisol debido, por ejemplo a niveles de estrés continuados, los perros pueden sufrir daños en órganos y músculos, y su estado de salud general se deteriora.
Los expertos insisten en que, entre los síntomas de esta situación, se encuentra que se produce un envejecimiento prematuro del perro, es decir, se puede tener la impresión de que el animal se ha hecho viejo de repente.
Los datos
30 perros de tres razas: pastor alemán, rottweiler y labrador retriever
3 momentos de análisis: antes, al acabar y a las tres horas del ejercicio
(Páginas 36 y 37)
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