¿Qué comida es mejor para mi gato?
Las ofertas en tiendas y supermercados son infinitas. Piensos de carne, ave, pescado; para gatos jóvenes, senior, esterilizados, con problemas urinarios, especiales para lucir una espléndida pelambrera, antibolas…; comida húmeda, comida cruda… Si a esto le sumas los consejos de otros amigos con gato, la decisión parece más complicada que conseguir que te den de baja en una empresa de telefonía. Pero no lo es.
Por Almudena NEGRO
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Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que a nuestro felino no le motiva demasiado beber de un cuenco. Aunque tenga una fuente de colores. De ahí que el grado de humedad del alimento escogido tenga mucha importancia. Los alimentos del tipo pienso tienen un porcentaje que oscila entre el 8 y el 10%. Mucho menos de lo que tu gato necesita diariamente. Por otra parte, el alimento enlatado contiene entre un 60 y un 70% de humedad. En algunos casos llegan hasta un 80%. Suficiente para cubrir sus necesidades.
Ventajas e inconvenientes de la comida húmeda
La humedad es uno de las ventajas de esta comida. Con este tipo de alimentación tu gato ya no necesitará beber del cuenco, algo que a ellos, propensos a sufrir de cálculos renales y deshidratación, no les viene nada mal. Por otra parte, el agua ayuda a diluir las calorías de la comida, lo que a algunos glotones les viene que ni pintado, pero a todos de maravilla.
A favor de este tipo de comida está también el sabor, que motiva a nuestra mascota mucho más que el pienso. También es una ventaja su alto contenido en proteína. Los productos de alta gama contienen, además de un porcentaje mayor de dicha proteína animal, elementos añadidos necesarios para tu gato, como taurina, vitaminas, calcio, fosfatos o L-carnitina.
El precio, para qué negarlo, es un inconveniente. También el alto contenido en azúcar de algunas marcas de comida húmeda. Y el azúcar, ya se sabe, engorda. Ojo también con aquellas latas en las que figura la etiqueta “subproductos animales”. Asegúrate que se trata de desechos con un propósito nutricional claro. Peor aún si figura que contiene “subproductos vegetales”. Los gatos son carnívoros estrictos, esto es, devoradores de proteína, de la que no solo necesitan cantidad, sino también calidad. Interviene en la actividad muscular y resulta fundamental para mantener la masa muscular. Además, las proteínas con sus aminoácidos esenciales son indispensables para el correcto funcionamiento metabólico e inmunológico del minino. Si la cantidad de proteínas resulta insuficiente o de baja calidad, se traducirá en pérdida de masa corporal magra, que reducirá a su vez la capacidad del cuerpo gatuno ante agentes infecciosos. Eso de digerir hidratos de carbono se les da regular. De ahí que mejor tratar de minimizarlos. Como máximo deben de representar el 10% de la mezcla de ingredientes. Tampoco te recomendamos la comida húmeda con gelatina. El sarro es otro de los inconvenientes de este tipo de alimentación.
La comida húmeda se presenta en latas, bolsitas y tarrinas. Los gatitos recién destetados comienzan comiendo este tipo de dieta, que les ayuda a mantener en forma su sistema inmunitario. Pueden comerlo a partir de la tercera semana desde su nacimiento.
Pienso: una alternativa asequible.
Aquí la cosa es sencilla: hay que leer atentamente la composición del alimento para asegurarnos de que es un producto completo y equilibrado hecho con ingredientes de calidad, elaborado a partir de un intenso proceso de estudio e investigación. Comprobemos que no tiene conservantes, colorantes o saborizantes artificiales, que pueden ser causa de alergia en gatos. Y las alergias pueden traer consigo graves problemas de piel o trastornos gastrointestinales. Es fundamental que contenga proteína animal y no vegetal, como ingrediente fundamental. Como en el caso de la comida húmeda, asegúrate de que no contenga subproductos animales dañinos para tu felino, como la harina de plumas hidrolizada. Lo ideal es que contenga más del 35% de carne desecada y un porcentaje de taurina superior al 15%.
Elige, si puedes, pienso de gama alta o Premium, ya que será más nutritiva y estará libre (o casi) de cereales y aditivos. Es la que se vende en veterinarios o tiendas online. Si tu gato está esterilizado, ni te lo pienses. En todo caso, en la gama media, que contiene cereales y menos proteína, tienes todo tipo de especialidades.
El precio es una de sus grandes ventajas. Además, comiendo pienso el gato ejercita los dientes y reduce la acumulación de sarro. Por otra parte, es muy fácil de medir, almacenar y utilizar. Su vida útil una vez abierto el saco es mucho más larga que en el caso de alimentos húmedos. Si eliges este tipo de alimentación, verás que tu gato come muchas pequeñas comidas al día.
La falta de humedad es el gran inconveniente de este tipo de alimento.
Nuestra recomendación
Un gato adulto y sano necesita de media 240 calorías diarias. Una taza de pienso contiene aproximadamente 300 calorías y una lata de 175 gramos, 250 calorías. Tenlo en cuenta a la hora de mezclar. A los gatos les encanta la comida húmeda por la mañana, como si fuera un capricho, y el pienso durante el día. Si lo prefieres, puedes mezclarlas. Pero no olvides: el secreto está en la proteína animal y la humedad. Y no te olvides de dejarle siempre a mano un cuenco con agua potable, limpia y fresca.