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Los errores del adiestramiento

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A todo propietario de perro le gusta que su can sea educado y se comporte bien ante otras personas o perros. Cuando ésto no es así se recomienda acudir a un profesional. Muchas veces los resultados no son los esperados y la situación, incluso, puede acabar en los juzgados. La existencia de “adiestradores” con poca o nula idea que buscan lucrarse a toda velocidad y la falta de constancia de los propietarios, son generalmente las causas de estos fracasos en educación canina.

por LADRIDOS

La mayoría de adiestradores insisten en sus blogs o en sus publicaciones en las redes sociales en que uno de los grandes fallos del adiestramiento es la falta de constancia de los propietarios a la hora de seguir sus indicaciones. Frases como “es más fácil enseñar a un perro que a un dueño” o “las dificultades en el adiestramiento canino se deben principalmente a la manera de enseñarles sus dueños y no a las capacidades del perro”, están a la orden del día en el mundo de los profesionales caninos.
Es decir, que la responsabilidad de una mala educación en casi el 100% de los casos es del propietario, según los adiestradores. Sin embargo, muchos dueños están cansados de recorrer uno y otro “profesional” en busca de que le ayude con su perro y no solo no reciben las indicaciones para una solución, sino que su perro va empeorando; seguramente por cruzarse con “pseudoadiestradores” que venden mucho humo pero tienen poca idea del fondo del perro.
El problema es cómo elegir realmente uno que sea bueno, que sea profesional, que lleve muchos años en el mundo del perro, que tenga buena formación (no sirve sólo haberse criado con perros), que esté al día, que haya evolucionado… Los grandes de nuestro país, y los no tan grandes, también sueltan con gran facilidad “cada vez me llegan más damnificados de supuestos adiestradores caninos, etólogos terapeutas o lo que sea que han destrozado a sus perros”
LADRIDOS ha recorrido numerosos adiestradores para testar la situación. Vamos con algunas experiencias.
Enseñarle algunas cosas básicas a un perro, como sentarse o tumbarse, desde cachorrito no es muy difícil. Estas órdenes son las que se quedan para los que utilizan la red y el mundo online y no tratan directamente (y a veces mejor que no lo hagan) a los perros de sus clientes. A través de vídeos algún “maestro” indica cómo conectar con tu perro, como hacer que viva alrededor tuyo, que se cree más vínculo. Luego a la hora de estar delante del perro es totalmente diferente. En nuestra experiencia, la falta de formación del adiestrador es lo que llevó a que a la primera de cambio su perro mordiese al de un cliente. Por esto y por mucho más, nunca debemos fiarnos de los profesionales que se empeñan en enseñarte online sin contacto presencial.
En un post de hace un par de años en las redes sociales sobre la situación del adiestramiento en nuestro país, un adiestrador escribía: “Los adiestramientos de obediencia y modificación de conducta deben realizarse en el lugar donde vive el perro, en la casa y en su barrio o parque”. Si aceptamos esta premisa como válida, ya llega la primera criba a la hora de buscar un profesional canino.
Si tienes problemas con tu perro y quieres que “alguien” te ayude a solucionarlo, no puede ser que solo vayas, de vez en cuando, a un sitio lejos de todo a recibir pautas para tratar a tu can. Allí sin perros ni personas, como mucho algún cliente que llegue al final de tu sesión, es perder el tiempo y el dinero. Otro punto a tener en cuenta al elegir a un buen profesional. (Más bien para rechazarlo)
El profesional que te venda que necesitas muchas sesiones para ver resultados, ya empieza mal. Es coincidencia entre los experimentados que si a la tercera sesión no comienzas a ver resultados el sistema está fallando. Seguramente este profesional te dirá que es por tu culpa (es muy generalizado entre los adiestradores que salen de debajo tierra echar la culpa al dueño). Ya es tu decisión si sigues con él o no.
Las clases de socialización grupales suelen ser un buen sistema para iniciar la educación de tu perro en el respeto con otros perros. La mayoría de las que los imparten, generalmente los fines de semana, son profesionales con una larga trayectoria y reconocido prestigio. Solamente el hecho de ser capaces de “educar” a varios dueños y perros a la vez, con sistemas específicos para cada uno, ya da idea de su formación.
Ante un problema de conducta de un perro, un adiestramiento centrado solamente en obediencia no suele ser la solución. Tampoco hacer un curso de adiestramiento básico, aunque hay profesionales que lo ofrecen así porque es lo que hacen, o llevan haciendo muchos años, y ya “no están” para reciclarse.
La base del adiestramiento es el vínculo con el perro, de poco sirve dejar el animal a un profesional un tiempo esperando que a la vuelta el can sea ya un ejemplar equilibrado. Hay expertos caninos que abogan por este sistema, pero solo como una parte inicial del adiestramiento. Todos coinciden en que “de nada sirve adiestrar un perro sin el vínculo con el dueño, luego no hará nada con él”.
Una web maravillosa con gran dosis de marketing detrás, imágenes sorprendentes y frases con una verborrea que te deja “plisado”, no es sinónimo de nada. Tampoco “títulos” que nadie sabe de dónde han salido. Hay que informarse bien y no dar por hecho que algo que dice como carta de presentación es del todo cierto. “Homologado por”, “certificado por”, “los únicos que”, “innovadores en”, “tenemos una sorpresa”… son frases que llaman tu atención pero hay que rebuscar bien por debajo y llegar a su formación y experiencia con perros.
En un post de un adiestrador de referencia en nuestro país muy crítico con la falta de ética profesional en el mundo pone: “Lo que antes requería años de experiencia, además de una trayectoria profesional y empresas que certificasen la calidad ofertada, hoy en día, parece ser que para la profesión del adiestrador / educador canino carece de importancia”.
Esto no quiere decir que los “nuevos” son malos adiestradores. Para nada. Hay muchos nuevos profesionales que están trabajando y esforzándose por hacer las cosas bien, que se preparan con fuerza, que suplen la falta de experiencia con ganas y con mucho sentido común, y eso se nota. Por otra parte hay adiestradores mayores con muchos años de experiencia con métodos obsoletos sin intención de reciclarse, que suelen vivir de su “nombre”. Por último hay gente con mucha experiencia que se actualiza día a día, que sus alumnos son su mejor exponente, que el paso de los años les ha hecho aprender lo inaprendible sobre los perros y que buscan de verdad ayudar, algunos incluso son hasta un clan familiar.
En el fondo, la responsabilidad de que un adiestramiento sea un fracaso es en gran parte de los dueños, sobre todo porque no eligen bien al profesional al que dirigirse

Los 10 fallos, según Jean Paul Correa:
1. Tu perro no entiende el término “a veces”, sé constante.
2. No castigues a tu perro y menos si no lo pillas “in fraganti”.
3. No premiarle como es debido cuando hace las cosas bien.
4. No tener paciencia y repetir órdenes mil veces.
5. Cambiar las técnicas de adiestramiento cada dos por tres.
6. No entrenar de forma continuada.
7. No planificar qué vas a hacer y cuándo.
8. Ponerte nervioso y estresar al perro.
9. Entrenar en sitios y momentos poco adecuados.
10. No entender la naturaleza de tu perro.

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