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El perro más feo, terapeuta contra el dolor

El cuerpo del "Xolo" o perro azteca, desprende un calos ue alivia los dolores òses o musculares de sus dueños

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El xoloitzcuintle, un perro originario de México conocido como “xolo” o perro azteca, se ha convertido en un perro de asistencia para las personas que sufren dolor. Su peculiaridad de ausencia de pelo hace que históricamente fuese considerado “medicinal” al proporcionar calor a las personas y aliviar los dolores de huesos. Nancy Gordon, en Oregón, es la “descubridora” de este remedio y ya ha entregado 16 xolos que han mejorado la vida a individuos con fuertes dolores por artritis o musculares. 

Por Óscar REKALDE

El xoloitzcuintle está considerado una de las razas más antiguas que habita el planeta con más de 7.000 años. Su origen está entre los aztecas, para quienes era un perro muy especial por ser guía de las almas que se separaban de los cuerpos cuando los humanos morían y por su capacidad de alejar los malos espíritus en vida.

Los primeros en usar estos canes como “médicos” fueron los curanderos mexicanos. Frotaban una parte del cuerpo del perro en la zona con dolor para que desapareciese. Dicen las abuelas y abuelos que el xolo es un remedio eficaz contra los dolores menstruales, pues la temperatura de su cuerpo sobre el vientre femenino disminuye el sufrimiento de esos días.

A pesar de que su aspecto no resulta nada atractivo, de hecho ha ganado varios concursos del “perro más feo” tanto en México como en EE. UU. donde ahora está de moda, está considerado como un perro sagrado por ser un regalo del dios Xólotl para ser guía de las almas de los difuntos que viajaban al Mictlán o inframundo.
Tras casi desaparecer en la época de la colonización de América, en la década de los 50, la Federación Canófila Internacional promovió una gran expedición de mexicanos y británicos para encontrar un xoloitzcuintle puro en las áreas más remotas de México. Encontraron diez ejemplares y se consiguió recuperar la raza con programas muy cuidados de cría.

Nancy Gordon sufrió un accidente de tráfico en 1992 que la dejó con un fuerte dolor crónico invalidante para muchas actividades normales.

De manera casi fortuita un amigo le habló de esta raza de perro y tras buscar un criador se hizo con un cachorro, al que llamó Toaster, y se inscribió en un programa de dos años de la Universidad del Sur de California que entrena a perros de asistencia.

Su vida cambió por completo y decidió tener una camada en 2002 y fundar una organización sin ánimo de lucro denominada Xolos para el Alivio del Dolor Crónico, desde la cual prepara perros aztecas y los entrega como perros de asistencia, después de pasar por un periodo de formación. Hasta el momento ya hay casi una veintena de estos perros trabajando con individuos que tienen dolores articulares principalmente.

El sistema es sencillo, los canes se acurrucan junto a su dueño justo en la parte que tiene dolores, y el calor natural que desprenden alivia el malestar, sobre todo muscular u óseo.

El proceso de aprendizaje en la Universidad de California se basa, sobre todo, en un adiestramiento básico como perro de asistencia, ya que estos canes van destinados a personas con dificultades de movilidad ocasionadas por los dolores en los huesos.

 

“Coco”, de Disney Pixar, lo pone de moda

La nueva película “Coco” de Disney Pixar ha puesto de moda al xolo en EE. UU. Tras ser un éxito de taquilla en México llegó al país norteamericano en la víspera del día de Acción de Gracias. En Coco, la apuesta de Disney por profundizar en la cultura mexicana, un niño persigue su sueño de ser músico y se adentra por accidente en la Tierra de los Muertos, el mismo día de su celebración (la noche del 1 de noviembre), donde le acompaña un xoloitzcuintle callejero llamado Dante que tiene la habilidad de encaminar las almas después de la muerte. “La película está inspirada en la celebración del Día de Muertos y es una carta de amor a México y a la cultura mexicana”, explicó a los medios Lee Unkrich, el director de la película.

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