La FDA autoriza un fármaco contra
el pánico al ruido que provoca agresividad
La Agencia del Medicamento de Estados Unidos, a través de su división de Veterinaria, ha aprobado la utilización de un fármaco, que habitualmente se prescribe contra la epilepsia en perros, Pexion (tabletas de imepitoína), para tratar la aversión al ruido en los perros. En algunos de los canes en los que se ha probado ha provocado agresividad en el animal. El organismo americano reconoce que la medicina hace perder el autocontrol a un 3,3% de canes.
Por M. ARAMBARRI
Según la Agencia gubernamental “los perros con terror al ruido son sensibles a los sonidos fuertes, como los fuegos artificiales, los ruidos de la calle, el tráfico y los disparos de armas. Los canes pueden mostrar su angustia escondiéndose; vocalizar (lloriquear, ladrar, aullar); jadeando o temblando; o pueden vomitar, orinar o defecar. Algunos pueden dañar los muebles, puertas, camas caninas u otros artículos en su entorno”.
Para evaluar los efectos de este medicamento, los veterinarios utilizaron un total de 90 perros de propietarios particulares que previamente habían demostrado comportamientos de miedo o terror al ruido en respuesta sobre todo a fuegos artificiales. Los canes recibieron Pexion, o un placebo, dos veces al día durante dos días antes de la víspera de Noche Vieja, cuando se programaron eventos de fuegos artificiales. El tratamiento continuó hasta el día de año nuevo.
La FDA pidió a los dueños que evaluaran las respuestas de sus canes ante los fuegos artificiales en cuatro intervalos preestablecidos, todos los mismos, y que anotaran el nivel de hasta 16 comportamientos diferentes de sus animales.
La Agencia americana indica que “la puntuación general para los perros que recibieron Pexion fue más baja (mejor) que los que recibieron el placebo”.
A los propietarios también se les pidió que evaluaran el efecto general del tratamiento en comparación a las experiencias previas de los fuegos artificiales en la víspera de Noche Vieja con los perros. El 66 por ciento de las personas que sus canes recibieron Pexion calificaron el efecto del tratamiento general como excelente o bueno. Por su parte, los dueños de los perros que recibieron el placebo en un 25% puntuaron también los resultados de excelentes.
El fármaco Pexion, que se utiliza normalmente contra los ataques de epilepsia canina, se debe administrar al perro dos veces al día, comenzando dos días antes de un evento de ruido esperado y así como el mismo día de los ruidos fuertes. Está disponible en tabletas de 100 mg o 400 mg y se dosifica según el peso del perro.
Los dueños de tres de los 90 perros que recibieron Pexion en el ensayo informaron que sus canes se volvieron agresivos, incluso gruñendo hacia un niño pequeño y demostraron falta de moderación o autocontrol hacia otros perros.
Además, las reacciones adversas más comunes observadas en el estudio fueron ataxia (dificultad para pararse y caminar), aumento del apetito, letargo y vómitos.
Según la FDA, ciertos medicamentos utilizados para reducir la ansiedad, como Pexion, pueden llevar a la falta de autocontrol de los comportamientos basados en el miedo y, por lo tanto, pueden dar lugar a un cambio en el nivel de agresión. La información de la etiqueta que acompaña a Pexion señala la recomendación de que los propietarios deben observar cuidadosamente a sus perros durante el tratamiento. Este fármaco está disponible solo con receta, ya que se exige que sea un veterinario con licencia el que determine si Pexion es un tratamiento adecuado para cada perro en concreto.
En Europa desde 2013
La Agencia Europea del medicamento autorizó la comercialización de Pexion en toda la UE en febrero de 2013, al concluir que los beneficios de Pexion son mayores que sus riesgos. Según la Agencia “cuando se utiliza para tratar la fobia a los ruidos, los efectos adversos más frecuentes, pueden afectar a más de uno de cada 10 animales, son ataxia de corta duración, aumento del apetito y letargo (falta de energía)”. Recomienda que no se use en perros con insuficiencia hepática, renal o cardiaca graves, sin hacer mención alguna al aumento de la agresividad o la pérdida del autocontrol ante otros perros, de lo que ahora avisa el Organismo americano.