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El invierno lluvioso nos trae más parásitos

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El verano es una época de especial riesgo para nuestras mascotas en lo que se refiere a contraer distintas parasitosis. Existen dos grupos principales de parásitos que pueden afectar a los perros: los endoparásitos (parásitos internos) y los ectoparásitos (parásitos externos). Aunque la transmisión de la mayoría de ellos se ve favorecida en los meses de verano, son especialmente frecuentes los artrópodos pertenecientes al grupo de los ectoparásitos. Esto es debido a que en sus ciclos biológicos, el desarrollo de la fase adulta, es decir, la que se alimenta de los animales, se activa a temperaturas por encima de los 25 ºC. En muchos casos, como por ejemplo en la tan temida leishmaniosis, los parásitos internos dependen completamente de la presencia de un vector artrópodo, que a su vez actúa como ectoparásito por alimentarse de la sangre del animal.

POR Magdalena GARIJO, Doctora en Veterinaria. Profesora e investigadora del área de conocimiento de parasitología y enfermedades parasitarias tanto de animales domésticos como de animales de fauna silvestre en la Universidad CEU Cardenal Herrera.

 


Existen dos grupos de parásitos:

-ENDOPARÁSITOS.
Entre los más habituales se encuentran:
-Giardia o los coccidios, pequeños protozoos que se transmiten de forma directa, o a través de agua y alimentos contaminados; la primera, además, se puede contagiar al hombre.
-Ascáridos, son gusanos muy grandes que en ocasiones se expulsan directamente con las heces o el vómito de los cachorros.
-Dirofilaria o “gusano del corazón”, ocasiona graves problemas cardíacos, incluso la muerte. El riesgo de contagio aumenta en verano, ya que se transmite por la picadura de mosquitos.
-Cestodos o “tenias”, como Echinococcus, que origina la hidatidosis humana, y Dipylidium, transmitido por pulgas.
Asimismo, en verano hay más posibilidades de adquirir parásitos sanguíneos como los piroplásmidos, cuyos vectores son las garrapatas, o la temida Leishmania, enfermedad de curso mortal que es transmitida por un pequeño mosquito y que provoca enfermedad no sólo en perros, sino también en el hombre.
-ECTOPARÁSITOS.
-Pulgas y garrapatas, es complicado eliminar a estos artrópodos, pues parte de su ciclo transcurre en el medio ambiente. Al igual que los mosquitos, se alimentan de sangre animal y humana, por lo que, como ya se ha comentado, son vectores de numerosos agentes patógenos.

En resumen, es fundamental mantener a los perros desparasitados todo el año, pero sabiendo que la época de mayor riesgo para la aparición de todas estas parasitosis es el verano. Se recomienda administrar productos que eliminen de forma simultánea parásitos internos y externos, como pueden ser las pipetas

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