El perro es el agente ideal si un policía patrulla solo
En el pequeño municipio granadino de Huétor Vega la Policía Local tiene una plantilla de 11 agentes y 5 perros, dos de ellos en formación. El germen de esta unidad canina, Lolo con Samantha (que acaba de fallecer), ensalza la labor preventiva y educativa de los canes y reivindica la existencia de unidades caninas en todos los ayuntamientos.
Por Emer IGLESIAS
Aunque la Ley de Coordinación de Policías Locales marca que los agentes deben patrullar siempre de dos en dos, lo cierto es que hay muchos municipios que incumplen la legislación y los policías se ven obligados a trabajar solos por diferentes circunstancias como la baja de un compañero, la solicitud de varios servicios a la vez… En estos casos, Lolo Sánchez Valenzuela, impulsor de la Unidad Canina en Huétor hace casi diez años, indica a LADRIDOS que “un perro bien formado puede dar mucha seguridad y evitar problemas a un compañero. Puede ser el agente que falta en muchas ocasiones”.
Para Valenzuela, en los municipios las jefaturas deberían preguntar en sus plantillas si hay alguien interesado, “y animarse a crear una Unidad Canina”, que, según sus palabras, siempre aportan “satisfacción plena, beneficio máximo y coste casi nulo”.
Huétor Vega fue pionero en municipios de la provincia de Granada en crear esta Unidad, y a día de hoy, con tres perros operativos y dos en formación, están desbordados de trabajo porque otros pueblos cercanos les piden su colaboración, sobre todo en época de fiestas. “Los perros dan seguridad, son efectivos y preventivos, nos demandan nuestra presencia en otros municipios, pero a veces es imposible porque coinciden los eventos, sobre todo en verano”.
Desde que Lolo comenzó con Samantha hace siete años, a la que luego unieron Kofi y Thor de su compañero Julio, se ha rebajado prácticamente el 100% de requerimientos por consumo de sustancias. “Los chavales lo saben, conocen nuestra labor y ya no consumen en el municipio, este es el logro más grande de la Unidad”.
Una segunda labor que realizan los tres perros en este municipio del cinturón de la capital de La Alhambra es educativa. Todos los días de trabajo, Samantha, Kofi y Thor visitan a los niños en la entrada y salida de los dos colegios de Primaria así como en la Guardería, e incluso entran a los recreos. “Hacemos una labor de acercamiento a los niños, a los más chiquititos. Que los acaricien, que vean que son animales buenos, que los perros son un elemento de trabajo y ayuda al hombre. Además les damos normas de comportamiento ante y con un perro”, matiza el agente.
Estos tres perros, que son de los guías, tienen su uso cedido a la jefatura. “Son perros de nuestra casa, cuando vamos a trabajar los llevamos, el mantenimiento es a cargo del Ayuntamiento, que costea los veterinarios, piensos, material… los gastos de los perros”.
Los tres se formaron con el Instructor Juan Urbano, policía local de Granada y propietario de la empresa canina MG. “A Samantha la formé desde el primer día que la cogí con dos meses y medio, ya sabía que era para detectar sustancias, y me puse en manos de MG e hice un curso con ellos. Una vez que la perra estaba hecha, fue trasladar sus entrenamientos al día a día de Huétor”.
Ahora está formando a Lolo, un malinois de ocho meses con el que instructor y guía trabajan para que sea un perro dual. “Aunque no es lo corriente ni muy común, lo quiero centrar en defensa en intervención, que ataque con bozal de impacto y en detección de sustancias”.
Huétor Vega fue el primer municipio pequeño de Granada que apostó por una Unidad Canina. El apoyo tanto de la Jefatura como de la Corporación municipal fue, y es, básico para que con solo 11 policías en plantilla, en breve tenga cinco agentes caninos trabajando en un pueblo con muchas zonas residenciales de nivel medio alto que atrae numerosa población de la capital, Granada.
Once policías y cinco agentes caninos (la impulsora nos ha dejado)
En una plantilla de 11 agentes hay en activo tres perros con dos guías y en formación otros dos canes y un policía más.
Lolo es el más veterano, con Samantha, una hembra de pastor alemán línea belleza de ocho años que caba de fallecer. Además tiene a Lolo en formación, un malinois de ocho meses.
Julio formó a Kofi cuando Samantha llevaba un año trabajando. Cuando este pastor alemán de línea belleza y pelo largo que ahora tiene siete años llevaba un tiempo de agente canino, Julio incorporó a Thor, un malinois macho con cuatro años.
Además hay un tercer policía, Luis, hermano de Julio, que va a entrar en la Unidad y está formándose con su perrita de agua, Ona, de nueve meses que está preparándose para ser agente canino.