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Cuándo un perro necesita cirugía veterinaria: señales y procedimientos más comunes

 cirugía veterinaria

Quienes compartimos la vida con un peludete sabemos que su bienestar es tan importante como el de cualquier otro miembro de la familia. Por ello, cuando el veterinario menciona la palabra “cirugía”, es normal que nos entre algo de preocupación. Son muchas las dudas que nos asaltan ¿De verdad es necesaria? ¿Será peligrosa? ¿Cómo saber si mi perro realmente lo necesita? La mayor preocupación de los tutores es el momento de la anestesia, pero la medicina veterinaria actual es mucho más segura de lo que imaginamos

Por Odette ALKANA

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Te explicamos cuándo un perro podría requerir cirugía veterinaria, qué síntomas conviene vigilar y cuáles son las intervenciones más frecuentes.

Señales
Es cierto que los perros no pueden hablar, no obstante, su cuerpo comunica muchas cosas si prestamos atención. Uno de los signos más frecuentes de que algo no va bien es el dolor persistente. Si notas que tu perro cojea, evita moverse, no quiere subir escaleras o se queja al tocarlo, es muy probable que haya un problema articular, muscular o incluso neurológico.
Otra señal de alerta son los bultos o masas en la piel. Aunque la mayoría son benignos, otros requieren extirpación y análisis para descartar tumores malignos. De hecho, según el proyecto VetCompass del Royal Veterinary College, el 45% de los perros mayores de 10 años desarrolla algún tipo de neoplasia (tumor), por lo que es fundamental no ignorar los cambios físicos visibles.
También es importante acudir al veterinario si observas: vómitos o diarrea persistentes; dificultad para orinar o defecar; hinchazón abdominal repentina (posible torsión gástrica); letargo, inapetencia o comportamientos extraños.
Muchas de estas señales no significan necesariamente que tu perro requiera una operación, sin embargo, son indicios que el veterinario debe evaluar. La detección temprana es capaz de evitar cirugías urgentes o complicadas.

Las más frecuentes
Aunque la palabra “cirugía” puede sonar alarmante, muchas de las intervenciones veterinarias en perros son rutinarias, con muy buen pronóstico y recuperación rápida. Para que vayas tomando nota, te contamos las más comunes.
Esterilización o castración. Es la intervención quirúrgica más frecuente en perros. Aparte de evitar camadas no deseadas, también reduce el riesgo de cáncer de mama, testículos y enfermedades uterinas. Según la AVMA, más del 85% de las esterilizaciones caninas en EE.UU. se realizan sin complicaciones, y son una medida recomendada incluso por el Ministerio de Agricultura de España para mejorar la salud pública animal.
Extirpación de tumores cutáneos. Los tumores de piel representan el tipo de neoplasia más común en perros, siendo la mayoría fácilmente tratables si se extirpan a tiempo. Se trata de un tipo de cirugía veterinaria de las más solicitadas después de la esterilización.
Ingestión de cuerpos extraños. ¿Sabías que uno de los motivos más frecuentes de cirugía digestiva es que los perros se tragan cosas que no deberían? Juguetes, calcetines, huesos grandes… Según un estudio del AVMA, los objetos más comunes extraídos quirúrgicamente de perros son piedras, pelotas pequeñas y ropa interior.
Torsión gástrica. Una emergencia quirúrgica muy grave, especialmente en razas grandes. El estómago se retuerce, comprometiendo la circulación sanguínea. La cirugía debe hacerse de inmediato si se quiere salvar la vida del animal.
Cirugías ortopédicas. Problemas como la displasia de cadera o la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) son comunes en perros activos o mayores. Estas cirugías han avanzado mucho, y en la mayoría de los casos, más del 90% de los perros recuperan movilidad plena tras el tratamiento con fisioterapia adecuada.

Riesgos reales
Una de las mayores preocupaciones de los tutores es la anestesia. Sin embargo, la medicina veterinaria actual es mucho más segura de lo que imaginamos. Un metaanálisis del RVC y la Universidad de Sidney muestra que la tasa de mortalidad anestésica en perros sanos es de apenas el 0.05% en cirugías programadas. Sin perder de vista que, el uso de anestesistas veterinarios especializados y tecnología moderna en monitorización ha hecho que los procedimientos sean cada vez más seguros, incluso en animales mayores.

Cirugía veterinaria en Granada, más de treinta años de experiencia y confianza
Si vives en Andalucía, contar con un experto equipo de profesionales como el que hallarás en el Centro Veterinario Armilla marcará toda la diferencia. Esta clínica de cirugía veterinaria en Granada, segura y confiable, cuenta con una amplia trayectoria en el sector e incluye quirófanos completamente equipados, diagnóstico por imagen de alta precisión y personal altamente especializado en intervenciones digestivas, ortopédicas y oncológicas.

En definitiva, un centro donde sus profesionales te explicarán cada paso a seguir, ofreciéndote un plan postoperatorio claro y cuidando a tu perro como si fuera suyo.
Como puedes observar, después de lo hasta aquí escrito, que un perro necesite cirugía no es el fin del mundo. Al contrario, normalmente suele ser el inicio de una vida más cómoda, sin dolor, y con mejor calidad de vida. No olvides que las señales están ahí, solo tienes que observar, actuar a tiempo y rodearte de profesionales capacitados.

 

(Páginas 14 y 15)

 

Ni cirugía, ni quimio: nuevo tratamiento contra el cáncer de piel 

 

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