Aves, presa fácil para los gatos, pueden contagiar de gripe aviar
Con la llegada de la primavera y el verano, lo que se conoce como el buen tiempo, las aves migratorias vienen a nuestro país para quedarse o simplemente para seguir su camino hacia tierras más al norte. Paran lo justo o taal vez deciden asentarse para traer sus polluelos al mundo. Los gatos, depredadores incansables, pueden cazar alguna ave migratoria con la gripe aviar y ser portadores y propagadores de la enfermedad
Por E. MUÑOZ
Ahí entra el gato. Porque a río revuelto… pues con la abundancia de aves es más fácil que alguna caiga en las fauces de nuestro minino, tanto si es casero y sale al jardín como si está en una colonia felina. No será raro verlo con un pajarito entre sus mandíbulas.
Hasta aquí todo normal. Lo malo es que estas aves pueden traer una enfermedad mortal tanto para los humanos, en menor medida, como para ellos. Sí, hablamos de la gripe aviar.
Si nuestra mascota tiene la mala suerte de comerse un ave migratoria portadora de esa enfermedad entonces también comenzarán nuestros problemas. Si ha quedado infectado sufrirá encefalitis aguda y otros síntomas graves, que se pueden confundir con la rabia. Si tiene la mala suerte de ser la cepa más mortal, que además es altamente infecciosa, nuestro gato doméstico tendrá una esperanza de vida del 10%, vamos que no lo salva ni el Espíritu Santo en forma de paloma.
El riesgo para los gatos no solo influye en ellos, dado que también puedan actuar como hospedadores intermedios del virus, favoreciendo su evolución y potencial transmisión a otras especies. Aunque no hay constancia científica de transmisión de gatos a humanos, limitar la exposición sigue siendo clave para el control de este virus.
Para nosotros, con todos los adelantos médicos a nuestro alcance, la probabilidad de morir es bastante escasa, aunque podemos ser uno de los casi mil que no superaron esta enfermedad.
Un estudio reciente de en los Países Bajos se analizó la exposición al virus de la gripe aviar, el H5N1, en más de 700 gatos callejeros o con acceso al exterior y casi 900 gatos de interior. Los resultados revelaron que un 11,8 % de los callejeros dieron positivo al virus frente a un 0,46 % de los de interior, lo que indica el riego de permitir el contacto con la naturaleza y la posible caza de aves silvestres.
Este problema se agrava en las colonias felinas, donde los gatos deambulan libremente y tienen un acceso rápido a las aves que están procreando en estas fechas, por lo que es normal que se alimenten de ellas y a su vez se puedan contagiar si alguna ya es portadora de la enfermedad, transmitiéndola al resto de la colonia o a gatos que estén en semilibertad, por lo que la cadena amplía sus eslabones de contagio.
Precauciones
Lo primero es evitar el contacto con aves silvestres, algunas de ellas caen en nuestro huerto o jardín, dejan excrementos o el agua de nuestro estanque contaminada.
También deberemos prestar una atención especial a nuestros zapatos, pues salimos al campo y podemos traer restos de excrementos de pájaros, por lo que habrá que limpiarlos concienzudamente y dejarlos lejos del alcance de nuestro gato.
Si le proporcionamos comida cruda de ave en estas épocas es recomendable evitarlo, porque puede haber contaminación en las mismas y más si en la zona se ha producido un brote de peste aviar, por lo que es importante estar informado y seguir las recomendaciones sanitarias.
Otro medio de transmisión es a través de la leche cruda, que en las granjas se puede facilitar tanto a cachorros como a adultos, pues también puede ser una forma de contagio.
Los síntomas
Aunque no lo sabemos, nuestro gato se comió un ave infectada. A partir de ahí iremos viendo cómo aparecen esos indicadores de que no está bien. Se mostrarán un tanto apáticos, con pérdida de apetito, adormilados, con fiebre, problemas respiratorios (disnea), ictericia e incluso la muerte. Pueden ser más visibles como temblores o convulsiones.
Estos síntomas aparecen a los pocos días de la exposición al virus, por lo que hay que llevarlo al veterinario o no lo contará. De hecho, en estudios realizados desde comienzos de siglo se certificaron más de 600 gatos infectados por la gripe aviar, de los que la mitad fallecieron por esta enfermedad.
Si nuestro minino se ha infectado y notamos estos síntomas, habrá que aislarlo para que no tenga contacto con ninguna otra mascota y evitar asíe el contatio, comunicárselo al veterinario y que este sea el que le ponga el tratamiento más adecuado para intentar salvarle la vida.
(Páginas 34 y 35)
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