"Biografías con huellas", nueva sección, hoy: Gregory Berns, pionero en hacer una resonancia al cerebro canino
Cuando la familia de Berns adoptó a Callie el doctor se puso manos a la obra para conseguir imágenes cerebrales de su perrita y así saber lo que pensaba. Varios perros fueron entrenados para quedarse quietos mientras les hacían una resonancia magnética. Los resultados hablan por sí solos. Sus colegas rechazaron el proyecto porque había que sedar a los animales, él buscó la manera a imagen de los perros militares entrenados para situaciones de estrés
Por: ANACP
Gregory Berns, MD, PhD, es Profesor Distinguido de Neuroeconomía en la Universidad Emory, donde dirige el Centro de Educación e Investigación en Neurociencia. También es Profesor del Departamento de Psicología y miembro fundador de la Sociedad de Neuroeconomía.
El Dr. Berns se especializa en el uso de tecnologías de imágenes cerebrales para comprender la motivación y la toma de decisiones en humanos, y ahora también en caninos. Ha recibido numerosas becas de los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Defensa, y ha publicado más de 70 artículos de investigación originales revisados por pares. Su investigación es frecuentemente objeto de cobertura mediática, incluyendo artículos en The New York Times, The Wall Street Journal, Money, Oprah, Forbes, The Financial Times, The New Scientist, Wired, Washington Post y Los Angeles Times.
Durante los últimos tres años, Berns ha perseguido su sueño de usar la resonancia magnética funcional para descifrar lo que piensan los perros. En colaboración con un entrenador canino, el grupo de Berns ha entrenado a un equipo de perros voluntarios para que se mantengan quietos durante la resonancia magnética. Los datos que están recopilando revelan información sorprendente sobre el funcionamiento del cerebro de nuestros amigos caninos y demuestran que realmente nos aman. En el proceso, se han abierto nuevos caminos en la defensa de los derechos de los perros.
Es autor de los libros, How Dogs Love Us, publicado en 2013 y que se convirtió en un éxito de ventas y What It’s Like to Be a Dog, publicado en 2017.
Después de que su familia adoptara a Callie, una tímida y delgada mezcla de terrier, Berns decidió que solo había una manera de responder a esa pregunta: usar una máquina de resonancia magnética para escanear el cerebro del perro. Sus colegas descartaron la idea. Todos sabían que los perros necesitaban ser sujetos o sedados para las resonancias magnéticas. Pero si los militares podían entrenar a los perros para que operaran con calma en algunos de los entornos más desafiantes, como saltar de helicópteros seguramente debía haber una manera de entrenar a los perros para que se sentaran en un escáner de resonancia magnética y funcionó. Se ha podido publicar varios informes recientes de EEG (electroencefalografía) en perros sin inmovilizar, sedar o anestesiar.
Con esta convicción radical, Berns y su perro se embarcarían en un viaje extraordinario y serían los primeros en vislumbrar el funcionamiento interno del cerebro canino. Con gran esfuerzo, ambos trabajaron juntos para superar los numerosos obstáculos técnicos, legales y de comportamiento. La investigación de Berns ofrece resultados sorprendentes sobre cómo los perros empatizan con las emociones humanas, cómo nos aman y por qué perros y humanos comparten una de las amistades más extraordinarias del reino animal e indica que apena estamos empezando a comprender como funciona la mente canina.
La investigación llevada a cabo demuestra que existe una continuidad en la función cerebral en todo el reino animal. Los perros no tienen las mismas capacidades cognitivas que los humanos, pero muchas funciones básicas, especialmente las relacionadas con las emociones, podrían ser mucho más comunes de lo que pensábamos. Esto tiene implicaciones en como tratamos a los animales y que deberían ser tratados como algo más importante que una propiedad.
Poco después de la publicación del primer libro, uno de los más vendidos, obtuvo una financiación de la Ofician de Investigación Naval de los Estados Unidos (que emplea perros en el ejército). Esto le permitió ampliar el proyecto a más de 30 perros para la resonancia magnética. Se ha podido examinar cómo los perros identifican a sus dueños mediante el olfato y cómo la personalidad canina afecta la respuesta cerebral a las señales de dueños y desconocidos. Más recientemente ha estado mapeando cómo el cerebro canino procesa las caras y qué partes del cerebro son responsables del control de impulsos.
How Dogs Love Us responde a la antigua pregunta de los amantes de los perros de todo el mundo y ofrece nueva evidencia profunda de que los perros deben ser tratados como trataríamos a nuestros mejores amigos humanos: con amor, respeto y aprecio por su inteligencia social y emocional.
(Páginas 32 y 33)
El cerebro de tu perro se activa cuando ve tu foto
Por las mascotas también se llora
