32 años de Correa y los que quedan
La escuela Los Guardianes organiza el XI trofeo Sheyla.
Tras el parón de la pandemia vuelve el Trofeo Sheyla a Los Guardianes. Este año acogerá una despedida, la última actuación del figurante Jean Paul Correa, que pasa el testigo a su hijo y cuyo legado es una saga de ladridos de honor.
Cuando comenzó con sus primeros pinitos de figurancia en 1990 no podía soñar ni de lejos hasta dónde llegaría. Hoy, 32 años después, con 62 tacos a sus espaldas, el figurante más veterano de nuestro país, Jean Paul Correa, está a punto de colgar su traje en el XI Trofeo Sheyla, concurso de mondioring que año tras año se celebra en su escuela canina Los Guardianes.
Con solo 15 años, su vida comenzó a girar alrededor de los perros. A las 26 ya era un reconocido educador canino y no tardó en trasladarse a una tierra escarpada llamada guardianes, donde su legado se ha multiplicado en forma de estilo de vida de una saga que pisa con fuerza.
Juego, Pasión y Coraje, sus iniciales, envuelven la vida en este paisaje de roca y vegetación donde solo ladridos de honor rompen el silencio de los casi 2.000 alumnos y discípulos que se empaparon de sus enseñanzas, algunos hasta en tres generaciones.
Cuelga el traje, pero sigue entrenando y formando, educando y modificando, compartiendo y creciendo… mientras su cuerpo se lo permita. El 26 de marzo será su última actuación en competición, pero hay Correa para rato.
